Jubilación

Gómez dice que no es papel del Pacto de Toledo fijar la edad de jubilación

El Gobierno tiene prácticamente ultimado su borrador de reforma de las pensiones, según confirmaron a LA RAZÓN fuentes gubernamentales.

El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, en el Congreso
El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, en el Congresolarazon

Madrid- De hecho, ayer se superó uno de los pasos previos para poder acometer estas modificaciones en el sistema: la redacción casi final de las recomendaciones de la Comisión del Pacto de Toledo del Congreso de los Diputados, sobre las que el Ejecutivo orientará los mismos para garantizar la viabilidad futura del sistema público de pensiones.

El titular de Trabajo, Valeriano Gómez, que compareció ayer en la Comisión del Pacto de Toledo, advirtió de que esta institución no es competente en la fijación de la edad de jubilación, escollo que separa a los grupos de la consecución de un informe final consensuado de recomendaciones.


Retraso
Según Valeriano Gómez, debe haber el margen suficiente en el pacto para alcanzar un acuerdo que eleve progresivamente la edad real de jubilación. No obstante, avisó de que no es competencia de este órgano decidir si esta medida supondrá «estrictamente» un retraso de la edad legal de jubilación.

El ministro dejó claro que la reforma de las pensiones se tiene que centrar en alargar la vida laboral, aumentar el cómputo para el cálculo de la prestación y reducir las prejubilaciones. Durante su primera intervención en la Comisión parlamentaria del Pacto de Toledo, avisó de que «no hay salida» a retrasar la edad de jubilación y que el Gobierno mantiene su propuesta de elevarla en dos años, de 65 a 67. Además, reiteró la necesidad de reducir las prejubilaciones y las jubilaciones anticipadas y que no sean un coste para la Seguridad Social. «La mejor forma de prolongar la edad real de jubilación es alargando la edad legal, que ahora es a los 65 años», puntualizó. Al término de la Comisión, Gómez precisó que la misma no debe fijar en cuántos años ha de aumentarse el cómputo para calcular la prestación de las pensiones, que ahora se sitúa en 15 años.

Esto, al igual que el retraso en la edad de jubilación, lo deberá decidir el Gobierno, tras conocer las recomendaciones generales del pacto y negociarlas con los agentes sociales. A pesar de estas premisas, Gómez se mostró confiando en que los grupos alcance un acuerdo para la «imprescindible e inaplazable» reforma de las pensiones. Para ello, apeló a la responsabilidad. «Nunca antes tantas miradas, dentro y fuera de nuestras fronteras, se habían dirigido al Pacto de Toledo. Les pido que aparquen sus diferencias y que trabajen juntos por lograr un acuerdo en las próximas semanas. Es lo que necesita nuestro país», avisó.