Berlín

Otro aviso para Merkel

La CDU logra su peor resultado en Renania del Norte desde 1945. El candidato regional y «delfín» de la canciller dimite tras la debacle

Otro aviso para Merkel
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Otro domingo amargo para Angela Merkel. Su partido, la Unión Democratacristiana (CDU), sufrió una humillante derrota en el «land» de Renania del Norte-Wesfalia, la última cita con las urnas antes de las elecciones de septiembre de 2013. La CDU logró un 26% de los votos, el peor resultado de su historia. La canciller alemana y sus socios liberales suman así once
derrotas regionales desde 2009.
Tras conocerse los primeros sondeos, el candidato democristiano y hasta ahora «delfín» de Merkel, Norbert Rötgen, asumió su responsabilidad en esta «profunda y clara derrota» y presentó su dimisión como líder regional de la CDU. «Yo he perdido estas elecciones, ha sido mi campaña, con mis temas, con mi estilo. Tanto el contenido como la estrategia han sido mías y por tanto asumo yo exclusivamente toda la responsabilidad», aseguró el ministro de Medio Ambiente, que durante la campaña provocó las iras de sus correligionarios al sugerir que las elecciones eran un test sobre la política europea del Gobierno.

Kraft, una figura en ascenso
Mientras, la gran vencedora de la jornada fue la líder socialdemócrata y primera ministra del «land», Hannelore Kraft. «Qué noche más estupenda», declaró tras conocer que el SPD había cosechado una victoria aún mayor que la prevista por las encuestas. Con el 39% de los votos, Kraft podrá gobernar cómodamente con sus socios ecologistas, que sumaron un 12,2%. La coalición rojiverde disolvió el Parlamento regional en marzo tras no reunir apoyos suficientes para aprobar los presupuestos. Sin embargo, muchos ven a Kraft (fuerza en Alemán) como la mejor candidata socialdemócrata para enfrentarse a Merkel por la Cancillería.

Asimismo, el Partido Pirata irrumpió con fuerza en el Parlamento de Düsseldorf con el 7,6%. Este partido «antiestablishment» ha logrado representación en todos los estados federados que han acudido a las urnas desde septiembre (Berlín, Sarre, Schleswig-Holstein y Renania del Norte-Westfalia). Mientras, La Izquierda quedó fuera del Parlamento de esta región minera e industrial al no alcanzar la barrera legal del 5%.

Tras su triunfo ayer en el estado federado más poblado de Alemania y haber arrebatado una semana antes el Gobierno de Schleswig-Holstein al centro derecha, la oposición camina con paso firme hacia las elecciones de 2013, cuando confía en repetir la coalición rojiverde que gobernó Alemania entre 1998 y 2005. Hasta entonces, socialdemócratas y verdes pueden hacer la vida muy difícil a Merkel gracias a su holgada mayoría en el Senado, donde pueden bloquear los proyecto de ley del Gobierno. Ahora, el SPD y Los Verdes tienen la sartén por el mango y han advertido que no apoyarán el Pacto Fiscal a menos que incluya un capítulo sobre crecimiento y empleo.

Al menos, la canciller pudo consolarse con la subida de sus socios liberales (FDP), que cosecharon el 8,6%. Esta recuperación, que ya se advirtió en Schleswig-Holstein, interrumpe dos años de caída libre. Con todo, pese a sus repetidos fracasos en las elecciones regionales, un 61% de los alemanes apoya la gestión de Merkel en la crisis del euro y su partido sigue siendo la primera fuerza en intención de voto a nivel nacional. Además, un 82% de electores encuestados ayer delante de los colegios electorales opinaron que los resultados de Renania del Norte no tienen conexión con la situación nacional. El camino a la Cancillería sólo acaba de empezar.


Cuarto triunfo del Partido Pirata
Tras su buen resultado ayer en Renania del Norte-Wesfalia, el Partido Pirata ya está presente en cuatro Parlamentos regionales alemanes. Fundado en 2006 bajo un programa centrado en la transparencia pública y la libertad en Internet, ha logrado seducir a una buena parte de los jóvenes que no acudían a votar a ninguno de los partidos tradicionales. Si los piratas mantienen su apoyo electoral en las elecciones federales que se celebrarán en septiembre de 2013, le resultará muy difícil al Gobierno de centro derecha o a la oposición rojiverde alcanzar una mayoría, lo que obligaría a reeditar una gran coalición entre los dos grande partidos.