Más solo que la una

Observo con detenimiento la situación económica y el panorama político y compruebo que el Gobierno y Zapatero se encuentran más solos que la una en esto de la reforma laboral. Pero no me refiero a que no tengan el apoyo de los otros partidos en el Congreso, sino a la mayoría de las opiniones expresadas por economistas, patronal, sindicatos o expertos laborales. Vamos, que no tragan. Todos huyen de sus tesis y de sus medidas como si Zapatero fuese un apestado, que, además, huele a cadáver político. En este contexto me llaman mucho la atención las declaraciones de Miguel Ángel Revilla, recogidas en LA RAZÓN ayer, en las que afirma que «Zapatero me dijo que las medidas más duras todavía no se han tomado». Eso se puede interpretar de dos maneras. La pesimista: todavía nos quedan que pasar bastantes malos tragos. Lo cual es cierto. La menos pesimista: este hombre por fin se ha dado cuenta de lo mal que están las cosas y de que es necesario coger el toro por los cuernos de una vez por todas, algo que hasta ahora no sucedía. En ese contexto de soledad hay que situar también el anuncio de UGT y CC OO de que la huelga general será el 29 de septiembre. De aquí a entonces pueden pasar muchas cosas, pero la realidad es que, ahora mismo, no me parece que el país esté para huelgas generales.