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Los talibanes se ceban con la OTAN
ISLAMABAD- El movimiento talibán ha hecho suya la causa de la quema del Corán en Afganistán, después de que ayer, de nuevo, dos miembros de la OTAN fueran asesinados por hombres armados en un tiroteo en el Ministerio de Interior en Kabul. En un comunicado, los talibanes se atribuyeron las muertes y dijeron que «un suicida llamado Abdul Rahman, ha acabado con las vidas de cuatro altos consejeros estadounidenses». El grave incidente ha hecho saltar las alarmas entre las tropas internacionales, que se han convertido en el blanco de las protestas.
Según la versión del Ministerio de Interior afgano, dos soldados de la OTAN se encontraban dentro del recinto ministerial cuando tuvo lugar un tiroteo. Sin embargo, fuentes de la ISAF aseguraron que un desconocido «apuntó directamente con un arma» y ejecutó a los dos estadounidenses. Una fuente anónima afgana identificó al asesino como un miembro de las Fuerzas de Seguridad afganas. Además, medios locales afirmaron que los dos fallecidos eran un mayor y un coronel del Ejército de Estados Unidos, y también que en algún momento se produjo una «discusión verbal» entre las víctimas y el agresor.
El ataque se produjo tras cinco días de enfrentamientos violentos, que han dejado un saldo de cerca de treinta muertos, cuatro de ellos militares estadounidenses. La situación se ha vuelto muy difícil de manejar para la misión de la OTAN en Afganistán. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panett instó al Gobierno afgano a que proteja a las fuerzas internacionales. Mientras que el presidente Obama expresó ayer su respaldo a las medidas de seguridad adoptadas por la OTAN y dio «la bienvenida a la declaración del presidente Karzai que alienta las expresiones pacíficas y llama al diálogo y la calma». Estos ataques contra soldados extranjeros podrían hacer descarrilar el incipiente proceso de paz afgano. La Administración Obama ha tenido contactos preliminares con líderes talibanes para alcanzar un acuerdo antes de que concluya la retirada, prevista para 2014. Pero el sentimiento antiamericano sigue creciendo entre los afganos después del último episodio de la profanación del libro sagrado de los musulmanes.
Las protestas contra la presencia de las tropas extranjeras se extendieron a otras ciudades del país. En Kunduz, al norte del país, el complejo de la ONU fue atacado por manifestantes furiosos y en los choques con la Policía murieron al menos cuatro personas y otras 71 resultaron heridas.
En Mihtarlam, 15 manifestantes resultaron heridos por bala y fueron trasladados al hospital público de la ciudad. También hubo una manifestación violenta en Lagham, en la que participaron varios miles de personas que se enfrentaron a pedradas contra las Fuerzas de Seguridad que intentaban proteger el palacio del gobernador. Ni las disculpas del presidente estadounidense al pueblo afgano ni los llamamientos a la contención de varias personalidades religiosas parecen haber calmado los ánimos irritados entre la población.
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