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El Mnac apuesta por el mejor Fortuny grabador

El Mnac apuesta por el mejor Fortuny grabador
El Mnac apuesta por el mejor Fortuny grabadorlarazon

BARCELONA- El Marià Fortuny grabador se convierte en el gran protagonista de un nuevo espacio que acaba de abrir sus puertas esta semana en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (Mnac). El centro, que posee una de las mejores colecciones con la obra pictórica del artista, permite ahora conocer su faceta como autor gráfico, exponiendo medio centenar de piezas, muchas de ellas inéditas o poco conocidas. Este nuevo ámbito del Mnac culmina la labor que desde hace un tiempo se viene realizando para reivindicar todas las facetas de Fortuny.
La nueva sala, que hasta ahora era ocupada por la fotografía, nos introduce en la variedad de temas y recursos empleados por este pintor para sus estampas, muy divulgadas y buscadas en su época. De esta manera se ofrece la oportunidad de conocer, por ejemplo, su admiración por el orientalismo, así como por el género de las casacas o el retrato. Todo esto ocupó, junto a la pintura y el dibujo, a Fortuny a partir de 1860, alcanzando la gran proyección internacional que todavía conserva Fortuny en la actualidad.

Temas y formas
La exposición se mueve entre la visión de conjunto de los temas y formas que aparecen en los grabados, sin olvidar los procesos de trabajo gracias a diferentes pruebas de artista. De esta manera, en piezas como «Guardia de la kasba en Tetuán», de 1861, podemos contemplar cómo el autor comienza a modelar las figuras, sin dejar de lado su capacidad para crear escenarios orientales, uno de sus temas favoritos.

En «Tiradora de cartas», una composición de 1867, tenemos una sencilla escena protagonizada por tres personajes, y que parece casi un boceto, en el que Fortuny logra con pocos trazos crear una pequeña escena de indudable fuerza. De esta estampa, el Mnac conserva hasta cinco estados que permiten conocer cómo fue explorando la obra el artista.

Uno de los grabados a los que dedicó más esfuerzos el pintor catalán más internacional del siglo XIX es «Anacoreta». En un paisaje casi romántico, muy acorde con las modas de la época, nos encontramos a un ser esquelético, encerrado en su soledad y dedicado a la oración. Hasta diez pruebas dedicó Fortuny a esta escena, dedicando esfuerzos a la manera de plasmar el escenario natural de la composición. Incluso llegó a dudar sobre la distribución de los elementos de esta estampa.

Tampoco faltan los homenajes a otros artistas. El Mnac conserva un ejemplar del último grabado que realizó Fortuny, dedicado a Velázquez. El autor parte de uno de los conocidos autorretratos del creador de «Las Meninas» para realizar su particular tributo. Fortuny escribe a lápiz el nombre del pintor sevillano y permite que dialogue con el espectador.

El Mnac ha digitalizado la totalidad de sus fondos sobre Fortuny y pueden consultarse también en su página web.