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Margallo defiende la eliminación del «cheque británico»
El ministro de Exteriores volvió ayer a la carga contra el cheque británico. En la Comisión del Congreso sobre la Unión Europea, Jose Manuel García-Margallo defendió la supresión de esta prerrogativa de los tiempos de Margaret Thatcher que tan cara cuesta a los españoles.
El ministro aseguró que ya es hora de terminar con "los mecanismos de corrección que restan transparencia y equidad al presupuesto de la UE". "Consecuentemente –continuó– deben eliminarse, en particular el cheque británico".
En estos momentos según fuentes del Gobierno, España financia "alrededor del 13 por ciento"de la citada transferencia anual que Bruselas hace a Londres para "compensar"a las arcas británicas por sus aportaciones a la UE. Por delante de España sólo figuran Francia e Italia por sus contribuciones al cheque. Pero no sólo Gran Bretaña se beneficia de antiguos privilegios, también otros países como Alemania, Países Bajos, Austria y Suecia (todos más ricos que el nuestro) reciben descuentos en sus aportaciones al presupuesto comunitario. Aquella legendaria frase de la Dama de Hierro, "I want my money back"("Quiero que me devuelvan mi dinero"), debe pasar a la historia según el jefe de la Diplomacia.
Margallo volvió a insistir en que "la Comisión Europea tendrá que revisar los objetivos del déficit"y defendió de nuevo que "con la austeridad solo no basta"para salir de la recesión, "hay que hacer algo en materia de crecimiento". Para salir del estancamiento, el ministro propuso que "el Banco Europeo de Inversiones aumente su potencia de fuego y se puedan finalmente emitir bonos para proyectos específicos de interés europeo".
En los próximos años se antoja imposible que los países impulsen su economía "tirando del gasto público, bajando los impuestos o endeudándose"aún más. "En una Unión como la Monetaria o nos salvamos todos o no se salva nadie", aseguró el ministro antes de aventurar que "nadie sabe si el segundo rescate de Grecia va a dar resultado o será necesario un tercero". Con todo, Margallo quiso dejar claro que "este Gobierno tiene la firme determinación de llevar a cabo las reformas estructurales necesarias".
Sobre el reconocimiento de Kosovo, que España no tiene intención de realizar de momento, el ministro dijo que "cuando Serbia lo haga, nosotros nos tendremos inconveniente en hacer lo mismo".
Por último, preguntado por Iñaki Anasagasti sobre los motivos de que no viaje con el presidente Rajoy a las citas bilaterales, el ministro volvió a hacer gala de su sentido del humor. Dijo que no hay ninguna desavenenecia con el líder del PP y que están "tan de acuerdo"en todo que no hace falta que vayan los dos "para decir lo mismo". Es más, Margallo aseguró que "como buen jesuítico"tiene un cuarto voto de obediencia. De "obediencia mariana".
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