Ajustar los plazos para Ford

Valencia- El ferrocarril y las empresas de automóviles forman un tándem que la Comunitat Valenciana debe saber explotar. Ford Almussafes recogerá la producción de la fábrica belga que cerrará a finales de 2014. Así lo confirmó el presidente de Ford España, José Manuel Machado, esta semana al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, quien está dispuesto a sacar el máximo provecho posible a esta inversión.

Quiere explotar el «efecto llamada». Si una empresa como Ford confía en la Comunitat Valenciana animará a otras muchas a elegir este destino. La planta valenciana asumirá tres nuevos modelos de coches- Mondeo, Galaxy y C-Max- con lo que se calcula que se generarán 1.500 empleos directos. Esta cifra se incrementa con la suma de las empresas auxiliares del automóvil que, según el Cluster de la Automoción de la Comunitat Valenciana, ascenderá a 4.500 empleos.

Pero además, el Gobierno valenciano ha encontrado el mejor argumento para exigir con mayor fuerza el Corredor Mediterráneo y acelerar las obras del tercer carril. Según la planificación del Estudio de ampliación de ancho estándar europeo del Corredor Mediterráneo, conocido como el «tercer hilo», la parte que afecta a la factoría de Almussafes debe estar terminado en 2015.
Queda denominado como tramo tercero y es el que va desde Vinaròs hasta Almussafes. La inversión necesaria es de 467 millones de euros y tiene una longitud de 179 kilómetros. Podría decirse que se trata de la parte del «tercer carril» que más relacionada está con la productividad económica puesto que es el que contempla el acceso a los puertos de Castellón, Valencia y Sagunto, así como la conexión a las factorías de Ford y de Vossloh.

Este estudio contempla plazos realizables con un mínimo de voluntad política y parece que de momento, la hay. Al menos así lo afirman organismos como Ferrmed, un lobby de empresarios y asociaciones constituido por y para el Corredor Mediterráneo que se ha ganado a pulso la credibilidad.

Para el año que viene se prevé la adjudicación de los proyectos y entre 2014 y 2015 debe estar terminada la ejecución hasta Valencia. En 2016 llegará hasta Alicante. Este mismo estudio afirma que la inversión necesaria para ejecutar la primera fase, de Alicante a Castellbisbal, asciende a 1.230 millones, una cantidad que no queda asegurada en los Presupuestos Generales del Estado (PGE).

El presidente Fabra ya mostró su rechazo a estas cuentas y de ahí que forzase la presentación de enmiendas, entre las que incluye una en la que se solicitan 76 millones más para el Corredor Mediterráneo.

Los PGE prevén que el Ministerio de Fomento destine 530 millones de euros en cuatro anualidades. La Conselleria de Infraestructuras aseguró que el dinero es suficiente para mantener las fechas comprometidas.

En este presupuesto no están incluidos los enlaces con los puertos ni con las factorías de Vossloh ni de Ford. El director general de Transporte y Logística, Carlos Eleno, explicó cuando se presentó el estudio, que el Ministerio de Fomento dejará las vías a las «puertas» y a partir de este punto tendrán que pagarlo los beneficiados.

Los ahorros conseguidos gracias a esta infraestructura -se habla de 200 euros por coche en el caso de Ford- justifican la rentabilidad de la inversión.