Congreso de los Diputados

Un traspaso demasiado largo por Miguel Arias Cañete

La Razón
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L a Constitución Española establece en su artículo 101 que el Gobierno cesa tras la celebración de elecciones generales y que el Gobierno cesante continuará en funciones hasta la toma de posesión del nuevo Gobierno. Se abre así un proceso de interinidad que en momentos de una situación económica normal no tiene mayores consecuencias, pero que en la actualidad, con una volatilidad extrema en los mercados de deuda y una situación económica en deterioro ascendente, plantea problemas enormes.

La racionalidad determinaría la conveniencia de que el nuevo Gobierno asumiera su responsabilidad cuanto antes; sin embargo, los trámites constitucionales y legales impiden una mayor velocidad de traspaso efectivo de poderes.

En efecto, el Decreto1329/2011 de 26 de septiembre de disolución del Congreso de los Diputados y del Senado y de convocatoria de elecciones establece que celebradas las elecciones las Cámaras resultantes se reunirán en sesión constitutiva el día 13 de diciembre a las diez horas.

A partir de la constitución de las Cámaras se deben constituir los grupos parlamentarios, lo que, según el artículo 24 del Reglamento del Congreso de los Diputados, se hará dentro de los cinco días siguientes a la sesión constitutiva de las Cortes. El artículo 99 de la Constitución establece además que después de la renovación del Congreso de los Diputados el Rey consultará con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria y a través del presidente del Congreso propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno.

El candidato propuesto deberá exponer ante el Congreso su programa político y solicitará la confianza de la Cámara; obtenida la confianza, los miembros del Gobierno serán nombrados por el Rey a propuesta de su presidente. Todo ello nos lleva a un escenario de más de un mes para que el nuevo Gobierno pueda actuar. Y mientras los mercados no se quedan quietos…

Por ello es deseable que desde el primer momento el nuevo Gobierno cuente con toda la información necesaria para comenzar a tomar decisiones y por lo tanto el proceso de traspaso de poderes debe comenzarse con la mayor celeridad y lealtad, tal y como se hizo en el año 2004, cuando el presidente Aznar instruyó a sus ministros para que realizaran un traspaso de poderes ejemplar.

Igualmente es necesario que entre el Gobierno en funciones y el partido político ganador de las elecciones exista una fluida comunicación en todos los órdenes. Serían deseables procesos más cortos pero las normas son las que son.

 

Miguel Arias Cañete
Diputado del Partido Popular