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Nueva York suma una víctima más a la cifra oficial de fallecidos en el 11-S

Las autoridades de Nueva York añadieron hoy a un hombre que murió debido a una enfermedad pulmonar el año pasado a la lista oficial de fallecidos por los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas, con lo que la cifra oficial de víctimas mortales asciende ya a 2.753 personas.

La oficina del Médico Forense de la ciudad de Nueva York informó este viernes de su decisión de tipificar como homicidio la muerte el pasado diciembre de Jerry Borg, quien contrajo la enfermedad pulmonar que acabó por quitarle la vida debido al polvo que inhaló tras la caída de los entonces edificios más altos de Nueva York. Borg trabajaba en las cercanías del World Trade Center de Manhattan y en su huida de la zona pudo inhalar los restos de amianto, plomo y gases tóxicos que le causaron sarcoidosis, una enfermedad inflamatoria que le afectó los pulmones.

La inusual decisión de las autoridades supone que su nombre pasa a engrosar de facto la larga lista de víctimas mortales que dejaron los ataques terroristas de los que el próximo septiembre se conmemorará el décimo aniversario y que su nombre se sumará a los grabados en el monumento en memoria de los fallecidos. Borg se convirtió así en la tercera persona fallecida a consecuencia de enfermedades relacionadas con el polvo provocado por la caída de las torres que las autoridades forenses neoyorquinas suman a la lista oficial de muertos, pese a las numerosas peticiones existentes por casos similares.

Las otras dos personas fueron Felicia Dunn-Jones, una abogada que trabajaba también cerca de las Torres Gemelas y que murió igualmente por sarcoidosis, y Leon Heyward, un empleado de la ciudad de Nueva York que ayudó en las tareas de evacuación posteriores al impacto de los aviones y que falleció como consecuencia de un linfoma. Son miles las personas que han sufrido, y sufren todavía, los efectos de los ataques sobre su salud, especialmente las personas que participaron en las tareas de rescate y de desescombro de la zona cero.

El pasado noviembre, cerca de diez mil trabajadores que enfermaron por su labor en el desescombro tras los atentados del 11-S aceptaron un acuerdo con las autoridades locales por el que recibirán una indemnización conjunta de 625 millones de dólares. Además, el Senado de Estados Unidos aprobó en diciembre una ley que otorga un fondo de compensación y seguro médico por un importe total de 4.200 millones de dólares a los trabajadores que enfermaron tras participar en las labores de rescate en los ataques terroristas de Nueva York de septiembre de 2001.