Fútbol
A medio gas
No era necesario recurrir a la prueba del nueve para constatar la diferencia que existe entre el Real Madrid y el Málaga. Ahora basta con la prueba del algodón, o sea la clasificación, que es la que no engaña. El Málaga está más cerca de Segunda División que de seguir en Primera. Don Manuel Pellegrini, probablemente, se equivocó al aceptar la dirección del Málaga, club que no tenía equipo al comienzo de campaña y ni siquiera con los remiendos invernales posee conjunto medianamente circulable.
El Madrid arrancó a medio gas. No pareció tener prisa por ganar y, sin embargo, se retiró al descanso con 3-0 en el marcador. Para tal resultado fue necesario que Xabi Alonso sacara un libre directo y que Benzema acertara casi acrobáticamente en el remate para que no hubiera lugar a ninguna incertidumbre. Gaspar regaló la segunda diana y remató su función con penalti que le costó la expulsión y valió el sexto tanto madridista.
Con una zaga tan débil, en la que hasta los dos centrales viven al borde del abismo porque en el centro del campo no hay circuitos de seguridad, ganar puntos es muy difícil. Y menos en el Bernabéu. Ni siquiera fue necesaria la actuación estajanovista de Cristiano Ronaldo, aunque acabó marcando tres goles.
El entrenador madridista sorprendió al Bernabéu dando entrada a Canales. Con el marcador tan favorable se decidió a dar descanso a Özil, Xabi y Di María. Cristiano nunca entra en los relevos y ello es peligroso porque está expuesto a lesiones. Y ocurrió.
Posdata. Aviso para barcos pesqueros y navegación de cabotaje: Kaká, ni suplente.
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