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La purga de trabajadores del PSM a los tribunales
MADRID- Estaban a punto de marcharse de vacaciones cuando recibieron una carta de despido. El pasado 31 de julio, nueve trabajadores del Partido Socialista de Madrid perdían su empleo. La formación prescindía de sus servicios y comunicaba a los afectados su baja mediante una carta en la que se alegaban «causas objetivas de índole organizativa-económica» para fundamentar «la decisión empresarial de extinguir su contrato». Un abogado, varias secretarias y uno de los integrantes del gabinete de prensa de los socialistas madrileños, entre otros, dejaban vacantes sus plazas para, sospechaban, dejar sitio a nuevos trabajadores más afines al secretario general del PSM, Tomás Gómez, y a su entorno más próximo. Esta decisión veraniega les dejaba en la cola del INEM con una indemnización de 20 días por año trabajado, de las menores permitidas por la Ley, mientras el partido justificaba su decisión en el «importante» recorte de su asignación tras la debacle electoral del 22-M.
La excusa no sirvió a los trabajadores y ahora algunos de ellos han decidido llevar a su ex empresa a los tribunales al considerar que su despido fue nulo o, al menos, improcedente. Consideran que aunque tras los comicios la entrada de ingresos en las arcas del PSM disminuyeron, desde su dirección no se han emprendido otras medidas de ahorro de gasto y, además, «se contrató a algunos familiares después de los despidos», informaron fuentes del partido.
Cinco de los ex empleados, que comparten letrado, acusan a la ejecutiva de Tomás Gómez de «mobbing» y demandan una compensación económica. Los despedidos (algunos de ellos tras cerca de dos décadas al servicio del PSM) están unidos por un denominador común: «Dejaron de ser de la confianza de la dirección en el momento en que se posicionaron del lado de "Trini"en las primarias», aseguraba ayer un socialista próximo a los afectados en referencia a las elecciones primarias que los socialistas madrileños celebraron a primeros de octubre de 2010 para decidir su cabeza de cartel en las autonómicas del pasado mayo y que dejaron seriamente tocada la unidad de la formación. Además, añadieron las mismas fuentes, los citados trabajadores también tuvieron diferencias con la dirección regional en las elecciones al comité de empresa que se celebraron en el PSM hace dos años.
Divididos por enésima vez
No habían llegado a calmarse las aguas tras las elecciones autonómicas cuando, de nuevo, vuelven a abrirse grietas en la federación socialista madrileña. El partido, dirigido por Tomás Gómez en la Comunidad, ha encontrado en la recién proclamada candidatura de Alfredo Pérez Rubalcaba para unas primarias a la Secretaría General del partido un nuevo motivo de división. Si hace unos días el líder del PSM –que ya se posicionó del lado de Carme Chacón en el anterior proceso nacional y que ahora podría volver a volcar su ejecutiva en favor de la catalana– abogaba por convocar unas primarias para renovar las filas socialistas levantando ampollas entre los que apostaban por el que fuera ministro del Interior, ahora son sus críticos los que salen en tromba a apoyar al que fuera el cabeza de cartel del PSOE en las generales del pasado 20 de noviembre.
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