Huelgas
El día que se acabó negociar
La huelga de los controladores aéreos se produce apenas diez meses después de que el pasado 5 de febrero el Ministerio de Fomento otorgase, mediante un Real Decreto, a AENA la gestión y control del espacio aéreo. Hasta entonces, esta responsabilidad estaba en manos del colectivo responsable de la seguridad aérea nacional.
Dos meses después, el 25 de abril, el Gobierno revocó el convenio colectivo de los controladores y redujo su salario desde 350.000 hasta 200.000 euros. El ministro de Fomento, José Blanco, hizo público los sueldos de este colectivo, que empezó a amenazar con una huelga a nivel nacional si el Gobierno no cedía a sus reivindicaciones.
Además, AENA denunció durante todo el verano que los controladores provocaron retrasos y cancelaciones en los aeropuertos mediante bajas médicas injustificadas. En agosto, el colectivo suspendió una huelga para «no perjudicar al sector turístico». El pasado viernes, el Consejo de Ministros fijó un máximo de 1.670 horas anuales para el sector, que lo rechazó y convocó la huelga.
Blanco siempre señaló que es uno de los sectores privilegiados de la sociedad española y acusó en repetidas ocasiones al colectivo de estar organizando una «huelga encubierta» como medida de presión. Los controladores lo negaron hasta la misma tarde del viernes y mantuvieron sus exigencias de reducción de horarios y ampliación de plantilla.
Blanco: «El pulso ha tenido una respuesta firme»
El ministro de Fomento, José Blanco, aseguró ayer, en declaraciones al Informativo Fin de Semana de Antena 3, que «los que echaron un pulso han tenido una respuesta firme».n Blanco añadió que a los controladores «se les abrirá un expediente». El titular de Fomento fue tajante al señalar que «no temo nuevas huelgas encubiertas». «No veo yo el sacrificio ese del que hablan», concluyó el ministro.
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