Nadal reta al invencible

Porque los duelos entre Rafa y Federer suelen ser partidos de leyenda, para grabarlos, pero ayer sólo existió un jugador. Nadal arrasó, estuvo sólido desde el fondo y su servicio le funcionó perfectamente. Además, contestó bien a los saques de Federer para cerrar el círculo. Si no sufres con tu saque y lees a la perfección los del rival, el resultado es 6-3 y 6-2, con cuatro «breaks» incluidos.

Sólo hay que mirar los números para obtener conclusiones: Nadal metió un 76 por ciento de primeros servicios y ganó el 82 por ciento de los puntos cuando lo hizo. Federer sólo metió el 60 por ciento y apenas se llevó la mitad de los puntos. El suizo acabó desesperado, traicionado también por su derecha, que mandaba fuera una y otra vez, o subiendo a la red a destiempo. «Fue una noche desafortunada», reconoció. «En el segundo set falló mucho», le concedió Nadal, orgulloso de su servicio y satisfecho de alcanzar su segunda final consecutiva, tras Indian Wells hace quince días.

Y enfrente tendrá al mismo oponente, al jugador del año, Novak Djokovic (19:00, TVE). Por tanto, pasamos del clásico de los últimos años al clásico del momento y del futuro: el número uno del mundo contra el tenista que está en mejor forma, contra el invencible «Nole», que este año no sabe lo que es perder. Lleva 21 partidos consecutivos con triunfo, y tres torneos: el Abierto de Australia, Dubái e Indian Wells. «Tengo que jugar muy bien todo el partido si quiero superar a Djokovic», opinó Nadal. Y tiene que sacar mejor de lo que lo hizo en California hace dos semanas: el escaso 25 por ciento de primeros servicios del segundo set en aquella ocasión fue su ruina. En Miami, Rafa se ha reencontrado con su servicio y está en condiciones de competir con el serbio. Djokovic ha perdido 16 de los 24 partidos contra Nadal, pero en pistas duras le gana por 8-5, y en Indian Wells se quitó una losa: superarlo por primera vez en una final.

Todo esto será hoy. Ayer, en la final femenina, Azarenka se impuso a Sharapova (6-1 y 6-4).