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Un etarra elude una condena a 639 años por no cotejarse sus huellas

La Razón
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MADRID- Aunque hay un «sinfín» de pruebas de que el «comando» al que pertenecía perpetró el atentado contra la casa cuartel de Arnedo (La Rioja) en agosto de 1995, del etarra Juan Ramón Carasatorre «no hay un solo rastro». Entre otras cosas, porque durante la instrucción no se cotejaron sus huellas con las halladas en hasta cinco coches utilizados por los terroristas, un descuido que ha obligado a la Audiencia Nacional a absolver al ex miembro del «comando Donosti». Y eso que el fiscal pedía para el procesado 639 años de cárcel por 38 asesinatos en grado de tentativa.

El tribunal, presidido por Alfonso Guevara, recuerda que las huellas y la foto de Carasatorre están incorporadas a la causa desde septiembre de 2007 –cuando el juez Baltasar Garzón estaba al frente de la investigación– y lamenta que «no se ha intentado el cotejo con las (huellas) desveladas en diversos vehículos» utilizados por los etarras para huir.