Un palacete «literario» cinco estrellas

Tras más de dos años de obras de rehabilitación, la imponente mansión del s. XIX cuenta ahora con 84 habitaciones decoradas en tonos grises y beiges, aunque la protagonista indiscutible en la decoración del hotel es la luz. Porque a pesar de su modernización, la cadena hotelera ha respetado las bóvedas originales del inmueble, así como sus características balconadas. Dos patios interiores encalados en blanco, rehabilitados con su antiguo aire de corrala, permiten que la luz se cuele por pasillos y corredores. Otro punto fuerte del establecimiento es su oferta gastronómica. Además del restaurante a la carta Palacio de Tepa, el huésped puede disfrutar del «lounge bar» y un segundo restaurante: «Estado Puro», de Paco Roncero (galardonado con dos estrellas Michelín). Y para que el cliente se encuentre lo más cómodo posible, el hotel también ofrece una «carta de mimos» en la que se puede elegir desde las almohadas que desea hasta juegos de velas o sales de baño. El imponente edificio de 1808 –obra de Jorge Durán, en cuyo diseño colaboró Juan de Villanueva (responsable del Museo del Prado)– está dirigido al cliente internacional que busca «un hotel de lujo y muy céntrico».

Además, cuenta con una atmósfera llena de recuerdos literarios. El palacio ocupaba antiguamente el solar de la antigua Fonda de San Sebastián, punto de encuentro habitual para las tertulias literarias más vivas del s. XVIII. Las normas de estas reuniones, cuentan, eran claras: «Sólo se permitía hablar de teatro, toros, de amor y de versos». Este espíritu literario parece contagiar al NH Palacio de Tepa ya que, muy cerca de éste (frente a la iglesia de San Sebastián) fue enterrado Lope de Vega y, a unos pasos del convento de las Trinitarias, descansan los restos de Cervantes.

Dónde: Calle de San Sebastián, 2.
Precio: Desde 129 euros/noche.