África

Londres

El ex ministro Kusa advierte de los riesgos de una guerra civil en Libia

El ex ministro libio de Asuntos Exteriores Musa Kusa ha advertido en una declaración preparada para la BBC de los riesgos de una guerra civil en Libia, que podría convertir al país norteafricano en una nueva Somalia.

En su primera intervención pública desde que huyó al Reino Unido hace casi dos semanas, Kusa pidió a las partes en conflicto en su país y al mundo que no hundan a Libia en una guerra civil porque se produciría un gran "derramamiento de sangre". "Nos negamos a dividir a Libia. La unidad de Libia es esencial para cualquier solución"sobre el país, dijo Kusa después de que los rebeldes contrarios al coronel Muamar al Gadafi rechazaran, a diferencia de este, una propuesta de alto el fuego presentada por la Unión Africana.


El exjefe de la diplomacia libia dijo que cualquier solución para el país debía venir de los propios libios a través del debate y el diálogo democrático y que el Reino Unido y sus aliados tenían la responsabilidad de facilitar ese diálogo para que los libios puedan construir un Estado democrático.


El ministro libio de Asuntos Sociales, Ibrahim Zaruk al Sharif, citado también por la BBC, dijo por su parte no poder comentar las declaraciones de Kusa al encontrarse éste "cautivo"en un país hostil como es el Reino Unido.


En su declaración preparada, Kusa, que se negó a ser entrevistado por la BBC y se expresó en árabe, habló de su "dedicación"durante los treinta años que trabajó bajo el coronel Gadafi y dijo estar convencido de que sirvió al pueblo libio aunque, tras los recientes acontecimientos en su país, comprendió que "no podía continuar"en su puesto.


"Sé que lo que hice para dimitir va a traerme problemas, pero estoy dispuesto a hacer ese sacrificio por mi país", afirmó Kusa, que estuvo también al frente de los servicios de inteligencia libios y a quien algunos acusan de estar involucrado en el atentado de Lockerbie de 1988 contra un avión de Pan Am, en el que murieron 270 personas.


Además de un alto el fuego inmediato, la Unión Africana ha propuesto negociaciones entre el Gobierno de Gadafi y los rebeldes, el acceso sin restricciones de ayuda humanitaria y la suspensión de los ataques aéreos de la OTAN contra las fuerzas del coronel.
La OTAN, sin embargo, ha insistido en que seguirá atacando desde el aire a las fuerzas de Gadafi que constituyan una amenaza para la población civil.