El «mini» más grande

Cuando en noviembre de 2010 se abrieron las puertas en la Calle Loreto y Chicote de la sala Microteatro por Dinero, comenzaba una nueva experiencia, pionera en Madrid, que estaba llamada a convertirse en muy poco tiempo en un pequeño fenómeno de la cartelera teatral. Pequeña, porque lo suyo sigue siendo un triunfo en el panorama independiente, aunque no tenga la repercusión del teatro comercial o los centros públicos, un éxito aupado por el boca a oreja de los que están «in» y que los que estamos «out» descubrimos un buen día varios siglos más tarde. Y pequeña también, claro, por su original propuesta: piezas de quince minutos realizadas en salitas en las que caben, como mucho, quince espectadores, y no siempre; a veces, de pie; otras, con suerte, sentados, y siempre tan cerca de los actores que podrían tocarlos con estirar el brazo. En el ambigú, mientras se eligen pases, se puede tapear y cañear entre una parroquia joven, donde casi siempre se deja ver ese actor famoso del cine, ese director que está que lo rompe con su opera prima o esa actriz que me suena y sé que la he visto en la tele pero no me acuerdo dónde.

En fin, que este feliz experimento cumple dos años en breve y lo celebran reponiendo algún montaje emblemático de su breve historia como «Turno de noche», de Paco Celdrán, que regresa hoy, por un único día, a la sala. Además, la programación regresa a su esencia, el Dinero, dejando atrás temáticas como el amor, la venganza... A partir de mañana estrena «Pase lo que pase», la crónica de un atraco imperfecto por Rafa Núñez; «Ajo y agua», de Ignacio Gabasa; «La hermana prometida», de Inés de León; «Una oportunidad», de Jesús G. Delgado, con Lluvia Rojo, Isabel Pintor y Josu Ormaetxe en escena; y «Perdonen las molestias, estamos arreglando el mundo», una comedia de Juan Melgar y José Casasús. Además de microteatro infantil, micromonólogos, sesiones golfas y debuts cada martes... Muy grande.