«Los niños tenían los labios morados»

MADRID- «En plena ola de frío siberiano llegó mi niña con 38 y medio de fiebre», asegura Enrique, padre de una alumna de seis años del colegio público Luis Vives de Parla. Esto ocurrió después de tres días sin calefacción. «Mi niña me contaba que a algunos de sus compañeros de clase se les ponían los labios morados del frío», cuenta Pilar, madre de otra de las estudiantes de Primaria.

Según detalla, el pasado lunes los niños estaban con el abrigo puesto dentro de clase. «Llamé al colegio para que me explicase cuál era el problema y por qué no habían mandado una circular a los padres –señala– por lo que fui a buscar a la niña. Días después habían empapelado las paredes con el aviso de que había problemas con la calefacción», dice.

Pero lo peor de todo, según cuentan estos padres, fue la ristra de excusas que el colegio fue dando para explicar la situación. «Primero nos decían que era una avería, luego que era un error informático», relata Pilar que, indignada, fue a protestar al Ayuntamiento, que es el que está en ruina. «Primero les echaron la culpa a los conserjes, pero después reconocieron que no tenían dinero para pagar el gasoil», detalla.

Gasoil con cuentagotas
«Hoy hay calefacción, pero vete a saber hasta cuando –denuncia Enrique–, porque esto lo solucionan comprando unos litros y cuando se terminan otra vez volvemos a empezar, los niños pasan frío, protestamos y entonces compran el gasoil». A ambos les sorprende que ahora algunos de los seis directores de los colegios afectados estén negando que haya faltado la calefacción, un suministro de competencia municipal. «Yo le he dicho a mi hija que me avise si pasa frío en el cole, porque hay muchos niños que se han puesto enfermos, y yo no pago impuestos para que luego quienes paguen sean los niños», reclama Pilar.

Además, les llama la atención que tanto la directora del colegio Luis Vives como los de otras escuelas que también han sufrido cortes en la calefacción por la falta de suministro, hayan admitido a los padres «el problema» y que ahora no quieran denunciarlo públicamente. «Sabemos que no es cosa suya, que el gasoil llega con cuentagotas y que aunque ahora el Ayuntamiento dice que la culpa es de la Comunidad que dice que no le paga las facturas, todos sabemos que la competencia del suministro de la calefacción es municipal», comenta Pilar. De hecho, la suya no es una reivindicación reciente, puesto que en el periódico local «Noticias de tu Ciudad», en la edición del mes de febrero, ya se denunciaba que el Ayuntamiento de Parla no pagaba la calefacción en varios centros de la localidad. También el líder de Izquierda Unida en la región, Gregorio Gordo, pidió la semana pasada a la Comunidad de Madrid que concediese al Consistorio parleño un préstamo de 300 millones de euros para evitar, entre otros impagos, la falta de suministro de calefacción en los colegios, pese a que es una competencia local. «Aguirre no puede dedicarse a ver cómo cae un Ayuntamiento» ni tampoco «permitir que los niños no tengan calefacción en los colegios», declaró el secretario general de IU. El portavoz de la coalición de izquierdas en Parla, Antonio Sánchez, añadió que «los ciudadanos y los trabajadores municipales no pueden ser quienes paguen esta mala gestión de años por parte del PSOE». Se da la circunstancia de que Izquierda Unida de Parla retiró su apoyo al alcalde socialista, José María Fraile, después de que este aprobara un ERE para despedir a 110 funcionarios del municipio para hacer frente a la deuda oculta, pero estimada en unos 200 millones que acumula el Consistorio.

Por parte del PP de Parla también se denunció la sutuación el pasado miércoles en un Pleno extraordinario sobre la economía del municipio. EL portavoz, Miguel Ángel López, propuso a la corporación que las escuelas de la localidad fueran la prioritarias a la hora de destinar los escasos recursos del Ayuntamiento. Sin embargo, el alcalde, José María Fraile (PSOE) impidió que los grupos de la oposición, que juntos son mayoría, votaran la propuesta. Ayer, el concejal de Educación del municipio señaló a Efe que se han producido incidencias en seis centros en lo que va de curso. Sin embargo, en contra de lo que denuncian los padres, afirma «sólo una ha provocado que el centro estuviese más de tres días sin gasóleo, el Luis Vives, mientras que en los otros cinco la incidencia se prolongó durante un día y medio el más grave», aseveró.

Y ahora, las orugas
Los padres de los alumnos del colegio Luis Vives de Parla no ganan para disgustos. Después de los días sin calefacción y los consiguientes catarros, ahora hay un problema con las orugas. «Una amiga de mi hija salió de clase con la mano hinchada y con ronchas», aseguró Pilar. La niña de Enrique señaló casos entre sus compañeros y, tras consultar a la dirección del centro, les dijeron que se había fumigado pero el «polvillo» que caía de los árboles irritaba a los pequeños. «Que yo sepa son las orugas las que pican», consideró Enrique.

La chirigota «congelada»
El problema de calefacción en varios colegios de Parla se convirtió en motivo de denuncia en la pasada edición del carnaval de la localidad. En el concurso de chirigotas, «la banda de los pingüinos» se quiso sacar punta, sin perder el humor, a la situación económica del Ayuntamiento que gobierna José María Fraile. Disfrazados de pingüinos, el grupo de jóvenes de Nuevas Genraciones de Parla ironizaron con los despidos de los funcionarios municipales, de la ruptura del pacto de gobierno con IU, de los «okupas» de la localidad y de la pretensión de Fraile de convertir en un problema de competencia nacional los problemas de liquidez de las arcas municipales. Con la pluma bien afilada, la letra de la chirigota que los «pingüinos» dedicaron la última estrofa al problema de climatización de los colegios: «Mientras tanto en los colegios, qué horror, el calor se ha extinguido, qué horror, los niños, pasando frío y no los vienen a ver».