Francia

Dejar de fumar engorda más de 5 kilos el primer año

Dejar de fumar está asociado con un aumento de peso promedio de 5,4 kilos, después de 12 meses, según un estudio publicado en el 'British Medical Journal'. Aunque esta cifra es más alta que se pensaba, un editorial que acompaña al artículo argumenta que los beneficios para la salud de dejar de fumar superan con creces esta ganancia modesta de peso corporal, y no debe impedir que se abandone el hábito de fumar.

Es bien sabido que dejar de fumar, a menudo, es seguido por un aumento en el peso corporal, pero las estimaciones varían. La preocupación por el aumento de peso también es muy común entre los fumadores, y puede disuadir a algunos -especialmente las mujeres- de tratar de dejar de fumar.

En la nueva investigación, un equipo de investigadores, con sede en Francia y en el Reino Unido, analizó los resultados de 62 estudios para evaluar el cambio de peso entre los que dejaron de fumar con éxito -con o sin la ayuda de la terapia de reemplazo de nicotina- después de 12 meses.

Según el análisis, en aquellos que dejaron de fumar sin tratamiento, el aumento de peso promedio fue de 1,1 kg en un mes, 2,3 kg en dos meses, 2,9 kg en tres meses, 4,2 kg en seis meses, y 4,7 kg en 12 meses. Por otro lado, las estimaciones de ganancia de peso para las personas que usaron la terapia de remplazo de nicotina fueron similares. Estos datos superan los 2,9 kg típicos que se suelen citar en los folletos de consejos para dejar de fumar, y más de los 2,3 kg que muchas mujeres fumadoras están dispuestas a tolerar, en promedio, antes de intentar dejar de fumar.

Sin embargo, los cambios en el peso corporal varían ampliamente; alrededor de un 16% de personas pierden peso al dejar de fumar, mientras que un 13% gana más de 10 kg después de 12 meses.

Según los autores, se necesitan más investigaciones para identificar a aquellas personas que corren más riesgo de aumentar de peso, y para aclarar la mejor manera de prevenir el aumento de peso continuo después de dejar de fumar.

En un editorial acompañante, expertos del Instituto Catalán de Oncología de la Universidad de Barcelona, y de la Universidad de Sydney, señalan que se necesitan más datos para resolver esta cuestión. Los investigadores concluyen que, aunque la obesidad se asocia positivamente con un mayor riesgo de mortalidad, los estudios de cohorte indican que la ganancia de peso moderada no aumenta el riesgo de muerte, algo que sí hace el tabaquismo.