Sanidad
El antiguo director de La Fe ve innecesario un hospital en Campanar
Las instalaciones del antiguo hospital La Fe en el barrio de Campanar permanecen abandonadas a la espera de que se decida su futuro. La Conselleria de Sanidad tiene un esbozo de proyecto que no acaba de convencer a los vecinos, que piden la reapertura de un hospital al uso. Sin embargo, y a tenor de las declaraciones de los portavoces de la Administración y de aquellos que de algún modo conocen el asunto, esta posibilidad es cada vez más remota.
El último en descartar el regreso y con él la revitalización de la zona, ha sido el que fuera su director durante diez años, Vicente Gil Suay, actualmente director del de Manises, quien aprueba el plan primigenio de Sanidad de levantar un hospital de larga estancia para enfermos crónicos. Y va más allá al apostar por la creación de una residencia -para mayores, gente sin recursos...-, ya que otorga «mucha fluidez a las necesidades del paciente». También ve con buenos ojos la construcción - «para pensar en una nueva trayectoria de las instalaciones habría que hacer una intervención muy importante»- de un centro de Atención Primaria, pero descarta un hospital de agudos, los más comunes. «Podría ser viable, pero es innecesario».
Y es que, a su juicio, no existe necesidad de incrementar el número de camas de agudos en el área metropolitana de Valencia. Lo que se precisa, asegura, es dar prioridad a la larga estancia y, sobre todo, apoyar la atención del paciente en el domicilio, lo que pasa, fundamentalmente, por el desarrollo y mayor uso de las nuevas tecnologías.
Pero mientras la Administración cree que un hospital público no es rentable, la iniciativa privada opina todo lo contrario. A poco más de dos kilómetros de las ruinas de la antigua Fe y bajo el paraguas promotor de la Universidad Católica de Valencia, está prevista la creación de un hospital privado -el Ayuntamiento ya ha aprobado el cambio de uso de una parcela escolar para cederla por 75 años a cambio de un canon aún por definir- de 200 camas y 15 quirófanos.
Porque, como asegura Gil Suay, «en el ámbito de la salud, el sector privado está creciendo a pesar de la crisis. Las empresas miran a largo plazo y se posicionan a la espera de tiempos mejores. En tres años, cuando esto haya pasado, ya tendrán las llaves para abrirlo».
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