Bolsa

Un coste de 20000 millones por Victoria Torre

La Razón
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Es difícil «digerir» que un desastre natural como el huracán «Sandy» pueda llegar a ser beneficioso para algunos, aunque el balance ecónomico y personal sea a todas luces dramático. Y seguro que los que, sin quererlo ni buscarlo, sacan partido económico de esta situación, preferirían una y mil veces obtenerlo por otras vías y en otras circunstancias. Pero así es. Uno de los negocios beneficiados por la situación es el de los hoteles locales, ya que muchos de ellos han colgado el cartel de «lleno» tras la cancelación de vuelos (unos 14.000 hasta el momento) y el cierre de aeropuertos.

Más a largo plazo, las labores de reconstrucción de las zonas afectadas supondrán unos ingresos importantes para las empresas de construcción, y podría elevar temporalmente el número de contrataciones. Otro sector que podría recibir un impulso es el del automóvil, ya que muchos de los vehículos que han quedado destruidos serán reemplazados por sus dueños.
Si atendemos ahora al impacto negativo de «Sandy», unas de las primeras perjudicadas que nos viene a la cabeza son las aerolíneas, estimándose que las pérdidas podrían superar los 600 millones de dólares. Todavía es pronto para valorar las pérdidas que el huracán supondrá en las aseguradoras, aunque en muchos casos son las reaseguradoras las que se llevan la peor parte.
¿Más perjudicados? La Bolsa, tras el parón de dos días en la negociación. Más dudas hay en relación al impacto sobre las tiendas y grandes almacenes, ya que a la caída de las ventas de estos días le seguirá, previsiblemente, una visita obligada por parte de los hogares para reponer algunos de los objetos perdidos.

En algunos casos, al valor económico de la pérdida hay que sumar otro sentimental. Es el caso del velero «Bounty», réplica del histórico barco inglés, y que se construyó para la película «El motín del Bounty». Se estima que las pérdidas totales podrían rondar los 20.000 millones de dólares, aunque, sin duda, lo más dramático es la pérdida de vidas humanas, contándose ya 38 víctimas. Y es que, a veces, la naturaleza deja de ser bella para pasar a ser cruel.
 

Victoria Torre
Responsable de análisis de Self Bank