Caso Malaya

Campanario se libra de la cárcel

Después de haberse negado a pactar con el Fiscal y de saber que podría afrontar una condena de cuatro años y medio de cárcel, ayer, la esposa de Jesulín de Ubrique vio un rayo de luz en medio de la tormenta.

Su madre, Remedios Torres, ha sido condenada a un año y once meses de prisión
Su madre, Remedios Torres, ha sido condenada a un año y once meses de prisiónlarazon

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a María José Campanario y a su madre, Remedios Torres, a un año y once meses de prisión, lo que les permitirá a las dos evitar el penitenciario al no tener antecedentes. Sin embargo, Campanario no está satisfecha con la resolución del juicio y, según informó a LA RAZÓN su abogado, Francisco Baena Bocanegra, recurrirá la sentencia. «Sería una contradicción aceptarla. Mantenemos inequívocamente, desde el primer día y hasta el último minuto, la inocencia de mi cliente, y consideramos que los fundamentos de la sentencia no se corresponden con la realidad. Sólo nos sentiremos satisfechos con un pronunciamiento absolutorio. No cabe otra cosa», afirmó con rotundidad el abogado minutos antes de reunirse con María José Campanario.
La condena de la Audiencia Provincial resulta de la suma de un año y siete meses de prisión (por cooperar en un delito de falsedad documental oficial), más los cuatro meses que han solicitado por estafa en grado de tentativa. Asimismo, el juez ha impuesto a la esposa de Jesulín de Ubrique una multa de 1.800 euros y de 720 en el caso de su madre. «Nunca he perdido la fe en la Justicia», confesaba María Jesús Campanario en su declaración ante el juez el pasado 12 de mayo. Quizá por este motivo y porque los tribunales, de momento, ya la han acusado de dos delitos, su abogado reitera que «no puede convencernos esta sentencia porque pedimos la absolución. Mi clienta no ha estafado».

Del «Halcón» al «Karlos»
Tras cinco años de calvario como imputada en el «caso Karlos» –la propia María José Campanario los ha definido como los «más duros de mi vida»–, la jornada de ayer fue una tregua, pero el periplo judicial todavía continúa. Disponen de cinco días para recurrir la sentencia y será el Tribunal Supremo quien decida en última instancia si mantiene firme la condena dictada por la Audiencia Provincial de Cádiz, que ayer también condenó a cuatro años de cárcel a Carlos Carretero y a nueve años y medio a Francisco Casto, considerados los cerebros de la red que se destapó en 2006 y que se dedicaba a tramitar informes falsos para conseguir pensiones de invalidez. La trama se descubrió por las escuchas telefónicas que se estaban haciendo Carretero, ex jefe de la Policía Local de Ubrique, dentro de la «operación Halcón». Por este motivo, la defensa de los principales imputados, como el inspector médico Francisco Casto, solicitó la nulidad procesal, un propósito que fue rechazado por el juez Manuel Grosso. Superado este escollo, el pasado 11 de abril se inició el juicio y un total de 25 imputados desfilaron por los tribunales.
En la primera semana, 14 de los imputados pactaron con el Fiscal condenas inferiores a dos años (a condición de que admitieran su culpabilidad y pagasen a la Seguridad Social las indemnizaciones previstas en el escrito de acusación provisional) y nueve siguieron adelante con el juicio, entre ellos, María José Campanario y su madre. Tras dos meses de investigación y más de cien páginas de sentencia, la esposa del diestro, que desde el comienzo del juicio ha defendido con obstinación su inocencia, por fin se ha librado del fantasma de la cárcel.