Olot juzgará el lunes al autor del múltiple tiroteo

BARCELONA- El alcalde de Olot, Josep Maria Corominas, calificó ayer el cuádruple asesinato de hace un año en la localidad y los crímenes de La Caritat de «desgraciadas y tristísimas anécdotas» en la vida de una ciudad que no tiene demasiados problemas de delincuencia.

A tres días de cumplirse el año de los terribles asesinatos presuntamente perpetrados por Pere Puig, el alcalde insistió en constatar que este suceso «no es la realidad» de Olot, en referencia a la enorme repercusión mediática que tuvieron ambos sucesos, separados por un breve espacio de tiempo.

Corominas destacó que Olot es una ciudad «con elevado nivel de convivencia, con un elevado nivel de seguridad, dónde se vive bien, con empresas que funcionan, emprendedores, y que ha mejorado las comunicaciones, más allá de que hay desgracias que en Olot se acumularon en un espacio corto de tiempo».

Sin delincuencia
«Son sucesos lamentables –también en referencia a los crímenes del asesino en serie de La Caritat, Joan Vila–, pero que no son más que eso, desgraciadas y tristísimas anécdotas en la vida de una ciudad que no tiene demasiados problemas con el tema de la delincuencia», reiteró.
El próximo lunes la Audiencia de Girona empezará a juzgar al asesino múltiple de Olot, Pere Puig, imputado por cuatro delitos de asesinato perpetrados en el bar «La cuina de l'Anna» de La Canya y en la oficina de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) de Olot el 15 de diciembre de 2010. El juicio arrancará con la constitución del jurado popular y la declaración, ya por la tarde, de Pere Puig, y se alargará hasta el día 15, cuando se presentarán las conclusiones y los informes y se entregará al jurado el objeto de veredicto.

Ambos sucesos causaron una profunda conmoción entre los habitantes de Olot. En pocos meses murieron quince personas en la localidad de forma violenta, marcando un antes y un después en la población. Por si fuera poco, se produjo la macabra coincidencia de que el geriátrico de La Caritat, sitio en el que actuó Vila, está en la misma calle que la sede bancaria del tiroteo de Puig.