Conflictos laborales
Vaya panda
-Hola, buenos días. Llamo de la Tesorería de la Seguridad Social. ¿Puedo hablar con el alcalde? –Lo siento muchísimo. Está en un acto oficial. ¿En qué puedo ayudarle? –Llamo para notificar al Ayuntamiento que debe la cuota obrera de los trabajadores y eso es un delito.
La secretaria del alcalde entra en estado de «shock» y comenta lo sucedido con sus compañeros. Éstos piensan que la Corporación dejará de cotizarles y la alarma se extiende entre todos los trabajadores. El alcalde, que apenas lleva una semana en el puesto, analiza las cuentas, y no ve más que números rojos. Toca apretarse el cinturón: menos sueldo, menos asesores y ningún gasto superfluo. Esto ocurrió en Alcorcón y en otros tantos municipios por donde ha pasado el PSOE.
Ahora veamos lo que puede haber ocurrido en el Ayuntamiento de Parla. Llamada del interventor al alcalde: «Señor Fraile, estamos a punto de entrar en quiebra técnica. Usted decide, o no pagamos nóminas o echamos a 190 trabajadores». Fraile se pone en contacto con su antecesor: –Oye, Tomás, tengo un pufo del copón. –Ése es tú problema, ¡no me des el día!». –«¡El día! -dice Fraile- ¡Años llevo yo conviviendo con la deuda que dejaste!».
Tras el encontronazo, el alcalde parleño avisa al interventor y le pide un adelanto de la extra para irse de vacaciones por si vienen mal dadas.
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