Explosión musical

La Puerta de Alcalá colgó ayer un virtual cartel de «no hay entradas». En los aledaños de la Plaza de la Independencia no cabía un alfiler ya a las cinco de la tarde. El buen tiempo y el cartel: David Bisbal, Fangoria, Efecto Mariposa, 84... congregaron a más de 50.000 personas en torno al escenario del MTV Day que se celebra este fin de semana en la capital.

Familias enteras se unieron a la fiesta; la música ayer en Madrid no entendía de edades y el concierto, gratuito, congregó a jovenes de todas las edades, de niños a adultos que ya peinan canas pasando por miles de adolescentes –especialmente ellas–, que se distribuyeron en un perímetro cerrado entre Cibeles y la calle Goya en más de tres horas de concierto en las que los flashes de las cámaras se mezclaron con la iluminación del espectáculo.

Los protagonistas del programa de televisión «Jackass» amenizaron la espera tras la actuación de los malagueños Efecto Mariposa. Aparecieron dentro de grandes esferas transparentes con las que el público pudo jugar. Jimmy Knoxville y su equipo rodaron entre el público de mano en mano haciendo las delicias de los más gamberros. La avalancha de fans se produjo con motivo de la entrada en el escenario de 16 metros de alto de Alaska y su grupo, Fangoria, que interpretaron, entre otros, temas clásicos como «Bailando» o «A quién le importa». Pero esto no fue nada en comparación con la aparición de David Bisbal. El almeriense animó al público desde la primera canción y quiso, incluso, recordar la fiesta que este verano lanzó a las calles a miles de personas con motivo de la victoria de España en el Mundial de Fútbol. «Antes de irnos, este año ha pasado algo importante. ¡Somos campeones del mundo, niños!», animó al público antes de interpretar «Waving flag», la canción que sirvió de banda sonora para el encuentro deportivo.

La cita del canal musical MTV no sólo se hizo notar en el tráfico –por el centro de la capital se dejaron ver ayer por la tarde más limusinas de lo habitual y los autobuses de la EMT tuvieron más clientela de la normal en el servicio del sábado– sino también en la seguridad: para acceder al recinto, los asistentes, algunos de ellos muy impacientes, debían enseñar sus bolsos y mochilas. Eran los momentos previos a ver a sus ídolos y los nervios estaban a flor de piel. Dentro estaba completamente prohibido el consumo de bebidas alcohólicas.
500 kilovatios de luz

Todo para disfrutar de 140 kilovatios de sonido y casi 500 de luz que propiciaron una puesta de escena espectacular. Los encargados de la escenografía se sirvieron de la Puerta de Alcalá para realizar juegos de sombras y luces que proyectaban sobre el monumento al ritmo de las canciones que sonaban.

La vista desde Cibeles de todo el montaje también atrajo a numerosos turistas y a algún que otro madrileño que no se había enterado de la convocatoria y que, por suerte, se dio de bruces con el espectáculo.

Organización de diez para un espectáculo que tendrá hoy su segundo acto en la Puerta de Alcalá y la Caja Mágica.