La ONU llama a un Gobierno de transición en Siria

Reunidos en Ginebra, los ministros de Exteriores de Francia, Reino Unido, Estados Unidos, China, Rusia, y de las potencias regionales, así como los secretarios generales de la ONU y la Liga Árabe, y la Alta Representante de la Unión Europea superaron sus diferencias para encontrar una solución al conflicto en Siria.

"Hace falta crear un Gobierno interino de transición para poder garantizar un ambiente neutral para la cesión del poder en Siria", declaró el enviado especial de la ONU, Kofi Annan, que destacó que el conflicto tiene que arreglarse "solo por la vía pacífica, a través del diálogo". Ante la negativa de Rusia y China que, anteriormente, habían rechazado cualquier solución impuesta desde el exterior y no consensuada con el régimen de Bashar al Asad, Annan llamó a los presentes a superar sus diferencias y buscar una solución que beneficie a todos.

"Unidos podéis ayudar a crear las condiciones que permitirían a los sirios a crear su propia solución política. Pero si estáis divididos, las posibilidades de este resultado disminuyen", instó el ex secretario general de la ONU, que previamente había advertido sobre la amenaza de que el conflicto sirio se expanda regionalmente, de que país se convierta en un santuario para terroristas, y del peligro de la lucha sectaria.

La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, advirtió a Asad que "tiene que escuchar alto y claro que sus días están contados". Con esta advertencia la jefa de la diplomacia de EEUU incluía también a Rusia y China, aliados internacionales de Damasco, que con su veto en el Consejo de Seguridad de la ONU han mantenido a Occidente con las manos atadas a la hora de actuar.

Clinton admitió que se introdujeron algunos cambios en el texto para obtener el consenso, pero consideró que el espíritu del acuerdo deja claro que "Asad tiene que irse", ya que "nunca pasará el examen del consentimiento mutuo, porque tiene sangre en las manos".

Para Annan la solución pasa por un acuerdo político; la formación de un gobierno de transición "que incluya mujeres y hombres a los que no se les pueda reprochar nada".

Las buenas intenciones del enviado de la ONU topan con el rechazo de los rebeldes sirios a formar un nuevo gobierno que incluya al presidente Asad y con la postura del régimen que luchará hasta el último aliento final para aplastar la insurrección popular.

Ni las serias advertencias de Turquía, ni las sanciones internacionales hacen temblar al régimen sirio que ha enviado tropas cerca de la frontera turca.

"Hay unidades militares moviéndose a 15 kilómetros de la frontera", explicó a la RAZÓN, un opositor desde una localidad fronteriza al norte de Alepo.

"Las fuerzas gubernamentales se han reagrupado y movido sus puestos de control desde las periferias de Alepo a nuevas localizaciones cerca de la frontera", puntualizó la fuente rebelde.

Además, los Comités de Coordinación Local denunciaron una nueva masacre en la localidad de Duma, donde después de retirarse las tropas, los "sabiha"entraron a la ciudad y mataron a decenas de civiles, incluidos mujeres y niños.