Hace nido

Alonso consiguió que la F-1 entrara en las casas españolas. Este deporte, que siempre había tenido aspirantes y nunca pilotos consagrados, encontró en el asturiano la gran figura que jamás había existido. En tiempos en que el deporte español ha conseguido grandes triunfos en muy diversas disciplinas, Alonso sigue siendo un campeón singular.
Su carrera ha estado salpicada de incidentes, de desconfianzas y reproches. Lo hizo con Renault, a pesar de que la marca francesa le proporcionó toda clase de ayudas y se despidió de manera incorrecta anunciando en pleno campeonato que abandonaba. Tuvo problemas en la siguiente casa por la rivalidad que existió con Hamilton y su sueño, al fin, gracias a Emilio Botín, se hizo realidad y acabó en Ferrari. Tampoco entró con la mejor sonrisa cuando dijo que del coche lo que más le gustaba era el color. Afortunadamente, parece que ha hecho nido y ha proclamado su fidelidad a la escudería por la que sueñan los grandes.
La prolongación de su contrato se trata de un paso decisivo. Ello le proporcionará estabilidad, confianza en la casa y le restará tensiones. Tendrá sin duda, desde el punto de vista psicológico, condiciones idóneas para seguir compitiendo a gran nivel. De él se esperan más triunfos mundiales.
Posdata. Los fichajes pueden proporcionar broncas entre Madrid y Atlético. Cerezo tiene razón: «Kun» Agüero jugará donde quiera.