A pie de obra por José Clemente

Dicen que la inspiración existe y uno puede dar fe de ello, aunque probada la experiencia se sabe que al encendido general de los sentidos lo importante es que te pille a pie de cañón, a pie de obra, es decir, en el puesto de trabajo, porque todos sabemos que la inspiración sin medio alguno para su materialización es como una hoguera en el desierto, si no la alimentas infinitamente llega un momento en que se apaga. Nuestros políticos regionales suelen ser gente con agudeza y, por tanto, proclives a los momentos de inspiración que, además, son más necesarios que nunca en tiempos de crisis o cuando las necesidades obligan. El acuerdo agrícola alcanzado entre Marruecos y la UE para la entrada de productos de nuestros vecinos se ha convertido en una amenaza de primer orden para los exportadores murcianos, por eso ayer el consejero del ramo, Antonio Cerdá, trataba de convencer al Gobierno (Cañete y García-Legaz) en el desarrollo de la «cogeneración» con energías limpias, lo que aumentaría nuestra capacidad productiva y el poder mantener los niveles de competitividad que exigen estos tiempos que corren. «Cogeneración» aplicada a los invernaderos, que podrían pasar de producir los 20 kilos de tomate por metro cuadrado actuales a los 80 que cultiva Holanda. «Cogeneración» que, además, nos pondría a la cabeza en el uso de tecnologías alternativas en la agricultura ecológica y en el reequilibrio de precios de la cadena alimentaria. Esto, Cerdá, porque Valcárcel y Jódar se fueron hasta Copenhague para trasladar las necesidades de Lorca a los inversores de ese país. Allí, en un foro que tendrá una duración de dos días, pudieron hablar con el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, y muchos empresarios que podrían venir en breve a Lorca para interesarse por la reconstrucción de la ciudad. Inspirados, sí, pero a pie de obra, que es como se llevan a cabo las buenas ideas.