Pamplona
El último Rossini
«Guillermo Tell» en versión concierto llega a La Coruña
Cuando cayó el telón de la Ópera de París el 3 de agosto de 1829 el público se quedó un tanto perplejo, aunque satisfecho con «Guillermo Tell». Era Rossini a quien acaban de escuchar, pero otro Rossini. La obra, de seis horas de duración, lleva impregnado el espíritu del músico, sin embargo se echan en falta sus cabaletas. Esta pieza de envergadura le porporcionó una pensión vitalicia al maestro concedida por el gobierno galo. Después vendría el silencio: ¿agotamiento?, ¿problemas de salud? ¿falta de ideas? Rossini puso el punto final a su producción pero inauguró con «Guillermo Tell» la ópera romántica. Mañana volverá a escucharse en el palacio de la Ópera de La Coruña (en versión concierto) después de cincuenta años y dentro del Xacobeo Classics con las voces de María José Moreno, Gregory Kunde, Mark Stone y Olga Senderskaya. Empuñará la batuta el maestro Alberto Zedda (dicen que el interlocutor del maestro italiano en la Tierra) al frente de la Sinfónica de Castilla y León. La soprano María José Moreno no conocía la obra, salvo los fragmentos que todos hemos escuchado alguna vez, como la famosísima Obertura, «y ha sido un descubrimiento bellísimo», revela al otro lado del teléfono.
Esfuerzo vocal titánico
Curiosamente, cantó en agosto «Demetrio y Polibio», primera obra de Rossini, y dentro de unas horas interpretará la última, que define como «grandísima y de una extrema dificultad, tanto por su duración como porque exige un esfuerzo vocal impresionante. Además, es un placer volver a trabajar con un maestro como Zedda, quien enseña y vive tanto cada título. Es un preivilegio contar con él porque conoce a Rosiini como nadie». Del compositor de «La cenerentola», asegura que «la obra que cantará el sábado posee toda la esencia del maestro, aunque también escucho en ella ecos de Beethoven o Verdi», dice, aunque no es con un único compositor con el que se quedaría la artista: «Además de Rossini, me gustan Mozart, Bellini, Donizzetti, Verdi. Tengo la suerte de poder interpretar a muchos y de disfrutar de su música, pero elegir uno...», comenta.
Moreno dice que el cantante de ópera debe tener voz y dotes de actor a partes iguales «porque lo uno sin lo otro se queda cojo. La ópera es música y teatro, un espectáculo de los más completos. A un derroche vocal con técnica suficiente pero sin dotes sobre el escenario le falta la mitad». En el futuro cercano le esperan «Doña Francisquita» y un «Elissir» en Pamplona, aunque entre sus representaciones más queridas destaca un «Rigoletto» en La Sacala con el enorme Leo Nucci, «tan cercano a pesar del gigante que es». Madrid, por el momento, tendrá que esperar: «No depende de mí, sino de los directores artísticos. Querría regresar al Teatro Real y poder trabajar con Mortier, ¿por qué no?, pero no está en mi mano».
DÓNDE: Palacio de la Ópera. La Coruña.
CUÁNDO: Mañana, 19: 00 horas. CUÁNTO: entradas, de 13 a 30 euros.
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