Reino Unido

Cameron no quiere gobernar con Clegg

Los «tories» planean repetir los comicios si no obtienen la mayoría absoluta. Presentarían un programa de Gobierno que los liberales no podrían apoyar

El líder conservador, David Cameron, junto a su mujer, Samantha, recibe el ánimo de sus seguidores en Blackpool, en el norte de Inglaterra
El líder conservador, David Cameron, junto a su mujer, Samantha, recibe el ánimo de sus seguidores en Blackpool, en el norte de Inglaterralarazon

Londres- David Cameron no quiere pensar en pactos. Los conservadores son los favoritos en las encuestas, pero no cuentan con el suficiente apoyo para conseguir mayoría absoluta, por lo que es difícil saber cuál será el futuro de Reino Unido. Los liberal-demócratas podrían ser la clave para formar un Gobierno de coalición, pero el líder «tory» no está dispuesto a pasar por el aro y podría estar pensando en convocar unas segundas elecciones antes de ceder ante el joven Nick Clegg. La estrategia que baraja el partido es la siguiente: si presentan un programa que saben que no va a ser apoyado ni por los laboristas ni por los liberales, las normas dictan que hay que llamar de nuevo a las urnas. Nadie puede permanecer en el poder si no logra sacar adelante su discurso ante la Reina o su plan de presupuestos. Los de Gordon Brown y los de Clegg quedarían ante el electorado como los partidos que no quieren dar estabilidad al país para superar la crisis económica y los «tories» se harían entonces con los 326 escaños que necesitan para gobernar.En 1974, la última vez que Reino Unido vivió un Parlamento sin mayorías, el conservador Edward Heath intentó una táctica parecida, pero Harold Wilson le arrebató el poder. Claro que ahora se vive un panorama distinto. Después de trece años, el actual modelo laborista está agotado y el agujero presupuestario de las islas de 163.000 millones de libras –el 11,6% del PIB– no permite sorpresas de última hora. Es posible que los «tories» no necesiten llevar su plan a cabo. Un sondeo de los distritos marginales, clave de estos comicios, mostró ayer, por primera vez en varias semanas, un empate con los laboristas. Si quitaran al partido de de Gordon Brown estos votos, no tendrían que pactar.