ANÁLISIS: La urgencia de fusionar cajas de distintas autonomías

- ¿Cómo están las cajas de ahorros españolas?
–Han finalizado la primera fase del enésimo proceso de reestructuración, que iniciaron en el verano del pasado año. En total se han visto involucradas 40 de las 45 cajas existentes en España.

- ¿Esta primera fase del proceso qué supone?
–Ha supuesto un reagrupamientos de entidades mediante fusiones tradicionales –apenas cuatro y siempre dentro de la misma comunidad– y, sobre todo, a través de sistemas institucionales de protección (SIP), una figura creada «ad hoc» para facilitar, se supone, el proceso de concentración entre cajas de distintas autonomías.

- ¿Se ha resuelto el problema?
–Todo parece indicar que no. Los SIP se han confirmado finalmente como una forma de acatar las órdenes del Banco de España, aunque sin resolver el verdadero problema de fondo.

- ¿Cuál es?
–Las trabas que las comunidades autónomas han puesto siempre a que cajas de ahorros de distintas regiones puedan fusionarse. Hace años, las cajas no podían trabajar fuera de su región.

- ¿Por qué?
–Una fusión al estilo tradicional tiene vencedores y vencidos. Es decir, una caja absorbe a la otra y ésta pierde su identidad.

- ¿Y eso qué significa?
–Que los representantes políticos de los distintos partidos que están presentes en sus asambleas se reducen a la mitad.

- ¿Es ahí donde radica el quid de la cuestión, del retraso?
–Los bancos han sido especialmente críticos con el Banco de España, al que achacan los actuales problemas de credibilidad de nuestro sistema financiero en los mercados de capitales al no haber resuelto un problema que lleva larvado desde hace décadas.

- ¿Qué le reclaman al Banco de España?
–No haber obligado a determinadas entidades a fusionarse al estilo tradicional sabiendo sus dificultades económicas.

- ¿Significa eso que habrá una segunda tanda de fusiones?
–Casi con total seguridad. El consenso de opiniones del sector cree que no hay espacio para más de una decena de entidades, en el mejor de los supuestos.

- ¿Por qué?
–La mayoría no puede colocar siquiera su deuda en los mercados financieros. Y si no pueden colocar sus emisiones, es prácticamente imposible que puedan ser capaces de encontrar accionistas. Pagando a precio de oro los depósitos no se subsiste.