Europa

Escuchas ilegales

El «interrogatorio» al clan Murdoch

Los tres deben sus ingresos a la profesión de hacer preguntas, pero hoy serán ellos los que se someterán al «interrogatorio» de los diputados del Comité de Cultura, Medios y Deportes en la Cámara de los Comunes.

La Razón
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Brooks fue duda hasta que salió en libertad bajo fianza en la madrugada de ayer y su portavoz no confirmase su presencia: «Su intención fue siempre presentarse ante el Parlamento y así lo hará».
Por su parte, Rupert Murdoch ha contratado a uno de los mejores relaciones públicas, Steven Rubenstein, para que le entrene para no perder los papeles frente a los diputados. Según su biógrafo, Michael Wolff, cuando Murdoch «comienza a hablar no se puede controlar». Además, normalmente sólo concede entrevistas a periodistas de su grupo. Rubenstein, un norteamericano de éxito que también trabaja en una empresa familiar construida por su padre, aprendió de éste lo importante que es ser humilde, deporte que Murdoch no practica, pero que gestos como los dos anuncios en prensa pidiendo disculpas y su perdón personal a la familia de Milly Dowler dejan ver que el empresario australiano tiene sus primeras agujetas. También comparecerá hoy su hijo de 38 años, James, presidente del imperio en Europa. Su reputación quedó dañada al admitir el pago de 700.000 libras, no contrastar hechos y perder el control en las escuchas ilegales.
La Prensa británica adelantó que las indagaciones de los parlamentarios irán en dos líneas: ¿tenía usted conocimiento de la actividad ilegal? y ¿se compromete a sacarlo a la luz?