Los médicos aplauden a Gallardón

MADRID- La intención del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, de reformar la ley del aborto ha recibido el respaldo del colectivo médico. La Comisión Deontológica del Colegio de Médicos de Madrid ha hecho público un informe en el que critica el coladero de la primera ley del aborto, muestra su rechazo al actual modelo de plazos e insta al ministro a realizar una reforma que logre una mayor responsabilidad en las relaciones sexuales, lo que influiría directamente en la reducción del número de abortos practicados en nuestro país.

A lo largo de 100 páginas, los facultativos madrileños hacen una dura crítica al modelo ideológico implantado por la conocida como «ley Aído» porque no se respetaba la objeción de conciencia del colectivo y que, a pesar de establecer una serie de supuestos en los que el aborto está justificado, no les da una mayor seguridad jurídica y ha provocado la división del país en dos mitades irreconciliables.

Confusión
Añaden, además, que «ha constituido un brusco revulsivo en la sociedad y la repulsa de la profesión sanitaria». Esto se ha traducido en críticas de los profesionales de todo el territorio nacional, lo que sólo ha contribuido a aumentar «la confusión en el seno de las corporaciones médicas», asegura el documento.

Otra de las disfunciones a nivel estatal es la «desigual» aplicación de la «ley Aído» en las diferentes comunidades autónomas, lo que ha provocado que en unos casos se minimice «la implicación de los médicos».

En sus primeras páginas, el documento censura la ley de 1985 porque permitía una interpretación abusiva de la indicación sobre el riesgo para la vida y la salud de la embarazada, que «servía de escaparate para legitimar abortos e irregularidades».
Entre los problemas deontológicos, apuntan que el periodo durante el cual la mujer puede abortar libremente establece un límite difícil de precisar, citan la falta de respeto a la objeción de conciencia, el contenido exigible de la información en Atención Primaria y los «problemas derivados» de la exigencia de la enseñanza obligatoria del aborto.

Seguridad jurídica
«Los médicos rechazamos que esta ley les dote de una mayor seguridad jurídica a la hora de realizar un aborto, como se ha mantenido desde la esfera del anterior Gobierno», advierten.

Además, la comisión deontológica denuncia que «el legislador ha saltado a una ley de plazos, es decir, a un práctico aborto libre en las primeras semanas de la gestación. Esta normativa supone, dicen, «una transformación radical del modelo de ley», que se fundamenta en «una perspectiva de género hasta entonces no visible», que además «no estaba prevista en el discurso electoral del partido gobernante». «Este cambio ha dividido al país en dos mitades irreconciliables», fenómeno que los legisladores «habrían debido evitar».

«No era previsible que las corruptelas afloradas en la aplicación de la legislación previa fueran abordadas por el legislador con la finalidad e ideología radical con que se ha pronunciado», dice el Colegio de Madrid, que denuncia este «vuelco jurídico y la reinterpretación de la doctrina constitucional».

Los médicos reconocen que habían entendido, «tal vez de forma ingenua», que «la polémica del aborto libre, que es lo que básicamente viene a promover la nueva ley, estaba zanjada» tras la jurisprudencia del Tribunal Constitucional.

Críticas por el escándalo de Morín
El Colegio confiesa que la iniciativa aprobada por el Ejecutivo socialista supuso una «sorpresa» para la generalidad de las instituciones médicas tras el «escándalo» de clínicas abortistas como la del doctor Carlos Morín y la «extraordinaria relajación e incumplimiento de la Ley precedente». Ante esta situación, denuncia este colectivo, «el legislador ha saltado a una ley de plazos, es decir, a un práctico aborto libre en las primeras semanas de la gestación».

EN PRIMERA PERSONA
OSCARSCHURFF / partidario del aborto arrepentido
«Quería que mi mujer abortara, pero cambié de opinión. No me lo habría perdonado nunca»
Oscar Schurff y su mujer, Shanna, embarazada de seis meses, dejaron su residencia de Mineápolis (Estados Unidos) para iniciar un nuevo proyecto de vida en Madrid. Cuando llegaron a la capital de España, se toparon con los efectos devastadores de la crisis y el empleo prometido por una asociación de norteamericanos en España no se concretó, en parte, porque su mujer estaba embarazada. Ante este cambio brusco de planes, Oscar sólo veía una alternativa: abortar e intentar buscar un lugar donde empezar de nuevo. Buscó información por internet y llegó a contactar con una clínica privada, pero en una de sus búsquedas dio con Red Madre y todo cambió. «Estábamos solos, sin futuro y no veíamos otra alternativa. Era una decisión demasiado importante para tomarla a la ligera. Al final, dimos con esta asociación que nos facilitó información y nos dio apoyo, ropa, una canastilla, una cuna e, incluso, medicamentos. Mi mujer acaba de recibir el alta en el Hospital de Móstoles, donde ha tenido una niña, y no paro de pensar que si hubiera decidido seguir adelante con el aborto me habría arrepentido toda la vida. No me lo habría perdonado nunca».