Italia

El ministro de finanzas italiano: «El BCE nos ha impuesto los recortes»

El Gobierno italiano admite que el tijeretazo es el pago a Trichet por la compra de bonos del país. «O se hace revolución o se reforma», dice el ministro de Economía

El Ministro Economía italiano Giulio Tremonti
El Ministro Economía italiano Giulio Tremontilarazon

El ministro de Economía italiano, Giulio Tremonti, convocó ayer a los medios para aclarar y «justificar» los recortes extraordinarios aprobados para el país en el Consejo de Ministro del viernes. Tremonti aseguró que el decreto ley «fue una imposición del Banco Central Europeo (BCE) como condición para la compra de deuda pública italiana».
El ministro aclaró la necesidad de este plan de ajuste de 45.500 millones de euros, ya que «o se hace revolución o se hacen reformas». Como medida a destacar, entre las ya publicadas ayer por este periódico, el titular de Economía italiano hizo hincapié en la denominada «contribución de solidaridad», que gravará con un 5% los salarios que superen los 90.000 euros al año, y con un 10% a los que excedan los 150.000.
El ministro de la Liga Norte, Roberto Calderoli, recordó también que el Gobierno «suprimirá las provincias de menos de 300.000 habitantes o de 3.000 kilómetros cuadrados de superficie». Aunque actualmente implicaría la desaparición de 37, explicó que «se elaborará un nuevo censo en otoño para fijar el número exacto». Según el Gobierno, al final serán entre 29 y 35 las provincias afectadas. Además, los ayuntamientos con menos de 1.000 habitantes, unos 1.970 en la actualidad, «tendrán la obligación de fusionarse», según indicó Calderoli.
En su intervención, Maurizio Sacconi, ministro de Trabajo y Políticas Sociales, reafirmó que «la jubilación, hasta ahora establecida en los 65 años para los hombres y en los 60 para las mujeres, pasará a los 67 años en los próximos cinco años», y que, incluso, en 2050, podría elevarse a los 70.
Las medidas dividen a la población. Muchos se concentraron frente al Parlamento, y bajo el grito de ladrones o mafiosos, dijeron sentirse defraudados con «il Cavaliere». En cambio, otros reconocen que, aunque los ajustes no son perfectos, admiten que Berlusconi, por fin, se ha dado cuenta de que la crisis es real.


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El mismo día que se conocieron los «ajustes», el periódico italiano «La Reppublica» hizo públicos los menús de los parlamentarios y senadores italianos en el Parlamento a unos precios más que populares para la llamada «casta» de privilegiados. Así, los platos de pasta les salen a los políticos por el módico precio de un euro. Un bistec les cuesta 2,68 euros, mientras que la lubina «sube» hasta los 3,5 euros. El coste del comedor del Parlamento para el Erario Público ronda los 7 millones al año.