Historia

Marbella

Bordiú cumplió años y presentó a su novia por Jesús Mariñas

Bordiú cumplió años y presentó a su novia por Jesús Mariñas
Bordiú cumplió años y presentó a su novia por Jesús Mariñaslarazon

En Serrano se formaron enormes colas y costó hacer entrar a los 6.000 (!) invitados que realzaron la fiesta nacional francesa recibidos por el embajador Delaye, que comentó que «acaso sea la última fiesta que organice en España porque me toca cambio». Apenado le oyó un Pepe Oneto revestido en blanco listado de negro, casi aire Capone. Sintió la misma pena que cuando Chencho Arias, tan fustigado por el melifluo Moratinos, marchó de Naciones Unidas y anda jubilado aunque en forma. Su último libro sirve como ajuste de cuentas, comentaban ante Ruperth-te-necesito, que es santero y peina la juvenil desenvoltura del señor embajador. Lució el bronceado más llamativo de la concurrencia, al contrario que un José Luis Leal manteniendo el orden como no lo hizo en el restaurante de Arturo Fernández: entró por la puerta de servicio y en lugar de invitación fileteada en oro señaló el botón de la Legión de Honor que lucía en la solapa. Su gesto hizo reír a un Berhanyer como de vuelta mientras su modelo acompañante hizo alarde de españolidad vistiendo de rojo con fajín amarillo. Hemos «recuperado» la enseña nacional con la selección, lástima que nuestro himno siga sin letra. ¿Por qué no recuperar aquella tan patriotera –algo bien distinto que patriótico– de José María Pemán: «Viva España, alzad los brazos, hijos del pueblo español, que empieza a resurgir...». Mejor ésa que ninguna o el «lalala», improvisada generalmente para no enmudecer con vergüenza. La que debió de sentir Jaime Martínez-Bordiú al cumplir 46 años, montar cena y verse sin grandes apoyos: su madre en Marbella y Carmen por Pamplona en pos de Perera. A las nueve habían aparecido sólo Kika Aparicio, precediendo a su hermana Pilar, y Óscar Gil, que tuvo, y que parece retener, con la hermana pequeña del gran Julito que ultima reaparición en Pontevedra el 1 de agosto. «Pero ninguna de nosotras concurrirá, nos da pánico», comentaron cerca de Chelo Chamorro, que, harta de esperar, se fue. Jaime apareció dos horas después, descompuesto y presentando en sociedad a Marta, la que sustituye a Ruth Martínez. Justificó el retraso sin apenas invitados, tampoco fueron muchos: «En Gran Vía una conductora me dio un arponazo en el lateral del coche. Hemos tenido que denunciar y rellenar papeles, de ahí la demora. Perdonad». Marta es viguesa, discreta y aparente, comercial de ropa y carece –¡menos mal, algo hemos ganado!– de la satisfacción de su antecesora. Carmen presenta esta noche su ballet en el hotel Incosol marbellero y será una fiesta. La desmenuzaremos, lo prometo porque dará mucho de sí.