Compromiso del PP con la austeridad y el progreso en los gobiernos locales

Sevilla/Valladolid- Austeridad. Empleo. Transparencia. Son las tres palabras más utilizadas estas últimas semanas en toda España en las distintas constituciones de ayuntamientos, diputaciones provinciales o gobiernos autonómicos.
La convención intermunicipal del PP que se clausuró ayer en Sevilla ha servido para poner de manifiesto el compromiso de los populares con estas tres palabras, que aplicarán a raja tabla allá donde gobiernen, que será en la mayor parte de nuestro país, tras arrasar en las pasadas elecciones autonómicas y municipales, que ha llenado de gaviotas el panorama español.
El secretario general del PP en Castilla y León y alcalde también de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, insistió ayer en la capital andaluza en que no se va a malgastar el dinero público y se van a priorizar inversiones y recortar gastos innecesarios. Empezando por su propio sueldo y siguiendo con la disminución de las partidas económicas a los grupos políticos y a congelación de los sueldos de los propios políticos.
También se ha comprometido a congelar las nóminas de los empleados públicos, que solo subirán en función de lo que marca la Ley de Presupuestos Generales de Estado. Además, Mañueco aseguraba que la oferta de empleo público se mantiene como está y tampoco habrá reducciones de jornada horaria o de reorganización administrativa.
Respecto al empleo, es la prioridad absoluta para las populares. Crear puestos de trabajo y dinamizar las economías locales promoviendo suelo industrial barato para atraer a las empresas, que son las que generan puestos de trabajo. «Hacer más, pero con menos. es posible», insistía el secretario regional del PP, tras defender, una vez más, que su partido no subirá los impuestos. Asimismo, reiteraba que el diálogo y el consenso con la oposición serán fundamentales durante su mandato en Salamanca.
Finalmente, Fernández Mañueco reclamaba al presidente José Luis Rodríguez Zapatero que convoque elecciones generales lo antes posible, «para crear empleo y recuperar la confianza perdida, tanto por la ciudadanía como por las empresas y gobiernos europeos y mundiales, en sus siete años de mandato».