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De mayor «no puedo» ser

España lidera la lista de países de la OCDE cuyos jóvenes tienen trabajos por debajo de su formación académica

Paloma Fúster muestra su acreditación de piloto. Es, temporalmente, camarera de un catering
Paloma Fúster muestra su acreditación de piloto. Es, temporalmente, camarera de un cateringlarazon

MADRID- Tienen metas laborales, pero hasta las más grandes las pierden de vista. No son ellos quienes cierran los ojos: algunos incluso trabajan gratis. Mientras estudios de la Unión Europea arrojan datos sobre la escasa motivación en los jóvenes españoles y su excesivo «aborregamiento», una juventud trabajadora subyacente soporta estas críticas.

Quieren. Y no pueden. Según un reciente estudio de la Fundación de las Cajas de Ahorro, España se encuentra a la cabeza, con una tasa del 25%, de los países de la OCDE cuya juventud desempeña un trabajo por debajo de su preparación académica.

Paloma Fúster (Madrid, 1982) es un ejemplo. Alta de miras, desde pequeña quiso volar. Fue trabajando de azafata de vuelo para comprarse un paracaídas cuando se decidió. «Quise ser piloto costara lo que costara», cuenta. A día de hoy, no puede decir lo mismo. «Primero tienes que hacer unas pruebas médicas por 300 euros. Luego, el curso, que son 60.000. Después, sacarte la habilitación del carné específico de avión. Unos 40.000 euros. Y después de todo, soy camarera», explica con su licencia de piloto en la mano. «En Iberia, por ejemplo, antes te jubilaban a los 65 años, pero ahora a los 60 y no hay convocatorias». Paloma lleva un año trabajando en «Regina catering», sirviendo en bodas y congresos. No desiste en su empeño, estudia a la vez otra carrera aeronáutica.


Limpié hasta el engranaje
En su caso, puede hacerlo. Vive con su madre y no tiene que costearse un alquiler. No así David Mayorga. A sus 28 años, «comparte piso» en Madrid con su novia y sus dos hijos. Terminó la carrera de Ingeniero Forestal hace tres años, pero nunca ha encontrado un trabajo de su profesión. «Hasta limpié el engranaje de los trenes por 800 euros mensuales. Te forman y luego no te dan oportunidades», comenta David. «Mi novia está en paro y opositando, tengo que coger cualquier cosa que me ofrecen porque mi prioridad es sacar a mi familia adelante». Su situación ha mejorado, ahora le pagan 1.100 euros al mes limpiando cristales más las pagas extras por trabajar fines de semana. "No tengo tiempo para intentar ser ingeniero. Una entrevista supone perder horas de trabajo".

Por este motivo, Cristina Sánchez (Badajoz, 1986), cada vez que tiene tiempo libre, coge el coche y hace la ruta por Extremadura, dejando su currículum en todas las productoras. «Mi padre fue presentador de televisión, conozco a gente del mundillo, pero ni me ofrecen 150 euros al mes», comenta. «He trabajado hasta de cantante de orquesta para sacarme un dinero», revela. La extremeña estudió Comunicación Audiovisual en Madrid. Al no contar con un apoyo económico familiar, tuvo que regresar. «No encontraba nada y una habitación en Madrid me supone un piso entero en Badajoz». Que actualmente pagan entre tres amigas, 134 euros cada una. Su parte la saca de las clases de natación que imparte en un gimnasio de la zona. «Para que luego digan que no nos independizamos. Precisamente, cuando volví a Badajoz se me hizo duro vivir con mis padres. Pero hay mucha gente con un trabajo temporal como yo».

Los últimos datos del Ministerio de Trabajo reflejan que apenas un 8 % de los españoles firman contratos indefinidos. Concretamente, los jóvenes de nuestro país ocupan las primeras posiciones dentro de la Unión Europea en trabajos temporales, con un 55,9 por ciento frente al 40,2 % de la media comunitaria, lo que aumenta su posibilidad de ser despedidos.

En el caso de Elena González Ramos (Madrid, 1982) se fue por su propio pie de su trabajo en una productora. Tras ocho meses le dijeron que podía quedarse, estaban contentos con ella. El inconveniente era que no podían pagarle. «A mí al principio no me importaba, lo hacía encantada por aprender», asegura Elena. «Pero después de sacarles de muchísimos marrones gratis ni siquiera tenían el detalle de darme una cesta de Navidad y a los demás, sí. Te acabas sintiendo mal». Actualmente, trabaja de administrativa en el taller de mecánica de su padre.


Crisis de autoestima
Según el informe de la Fundación de las Cajas de Ahorro, los «empleados sobreeducados» son los que más padecen crisis de autoestima, absentismo laboral y bajas por depresión. «Sólo encuentro ofertas de becaria por 300 euros. Soy de Letras y estoy haciendo contabilidad. Estudiar una carrera no me ha servido para nada, dan demasiada teoría. Yo estuve en México de Erasmus y había más práctica», considera.

Manolo Serrano (Madrid, 1981). Abogado, habla inglés, japonés y coreano. Además, realizó un curso de acceso a la abogacía y otro especializado en Extranjería. Lleva cuatro años en trabajos temporales, como el que desempeña ahora en el stand de Fitur por 150 euros durante cinco días. «Te piden experiencia, pero no te dan trabajo. Que me lo expliquen», pide.

Las hay que mientras se encuentra la «fórmula», mantienen la ilusión. «Me gusta tanto lo que hago que no me quejo», confiesa Marta Cabello, de Valencia, a sus 28 años. Trabaja en la ONCE y en una clínica veterinaria. No llega a 1.000 euros. Aprobó Veterinaria y Biología con sobresaliente.


Políticas que juegan en su contra
- Vivienda, trabajo y la creación de una familia.
Son tres pasos hacia la madurez a los que todo joven debería tener opción. Sin embargo, los cambios en la política gubernamental no lo pondrán fácil.
- Se terminó la deducción por vivienda, limitada a rentas inferiores a 24.000 euros. Muchos jóvenes se lo pensarán dos veces antes de comprarse su primera casa.

92% de contratos temporales
- La reforma laboral de 2010 no ha dado sus frutos. Los datos de diciembre reflejan que la temporalidad seguirá siendo un obstáculo para su estabilidad.
- La pérdida del cheque-bebé y el descenso en un 11% de los presupuestos de subsidios por maternidad y paternidad son algunas de las trabas que tendrán que encarar los hogares jóvenes.