Almería
Alemania machaca al pepino español
¿Pepinos españoles infectados? ¿Mala manipulación? ¿Guerra comercial? El brote de una cepa especialmente agresiva de la bacteria intestinal Escherichia coli ha provocado la muerte de tres personas en Alemania y ha generado graves problemas estomacales a cerca de 300 más en el norte del país.
Antes de poder conocer el causante real de la «epidemia», como ya califican esta crisis alimentaria en el país centroeuropeo, y de realizar un estudio pormenorizado de los casos, el Instituto de Higiene de Hamburgo culpó del brote a varias partidas de pepinos españoles procedentes de Almería y Málaga, tal y como refleja el análisis de tres de las cuatro muestras. Sin embargo, la primera duda surge con la cuarta muestra, que no se sabe de dónde procede y que también dio positivo. Según avanzaba la jornada aparecieron más informaciones que confirmaban la falta de base en las acusaciones.
El Ministerio de Sanidad se apresuró a decir que no hay «información concluyente», aunque reconoció que dos empresas productoras de pepinos españolas y una holandesa podrían estar implicadas en el brote, según informó el departamento dirigido por Leire Pajín en un comunicado que se hizo público cuatro horas después de la publicación de la información en los diarios teutones. «No puede descartarse ninguna hipótesis, ni siquiera que la contaminación se ha producido en el proceso de elaboración o de manipulación en destino del alimento para su consumo, por lo que sería ajena a las empresas productoras», añade la nota.
Conclusiones precipitadas
En la misma línea se manifestó la Junta de Andalucía, que calificó de «precipitadas» las conclusiones del Instituto de Higiene de Hamburgo. La consejera de Agricultura y Pesca, Clara Aguilera, declaró ayer en el Parlamento regional que la Junta se puso en contacto con Sanidad para que pida explicaciones al Ejecutivo del país centroeuropeo con el fin de saber qué está sucediendo, porque «no se puede crear una alerta» cuando se está hablando de personas que han muerto «y pensar que esto tiene algo que ver con pepinos o con alguna otra hortaliza que pueda tener algún residuo que provoque las muertes».
Preocupación en el sector
«Son decisiones totalmente desacertadas, desafortunadas y precipitadas, y esperamos que tanto las autoridades comunitarias como el Gobierno alemán aclaren esta situación cuanto antes», indicó Aguilera, quien también advirtió de que el sector «está muy preocupado, porque trabaja especialmente bien y sabe la repercusión que tienen estas iniciativas». La consejera explicó que la senadora que hizo públicos los resultados del Instituto de Higiene de Hamburgo deja «en mal lugar» al sector hortícola andaluz, algo que al Gobierno le «preocupa mucho», ya que Alemania es el principal país importador de las producciones hortícolas europeas «y por tanto tiene una repercusión muy grave».
En 2010, España exportó 434.041 toneladas de pepino, 590.391 de lechuga y 1.063.795 de tomate. La preocupación en el sector se vio reforzada después de que el responsable de la producción de verduras en el norte de Alemania, Axel Boese, declarara que la detección de esta bacteria en los pepinos españoles «es una buena señal para nuestra industria», según recoge el diario «Die Welt» en su edición digital. A última hora de la tarde, Alemania abrió el abanico y dijo que continúan las investigaciones para identificar otros focos potenciales y que examina especialmente un tercer lote de pepinos originarios de Holanda.
La versión de los hechos que se da desde nuestro país es bien distinta. LA RAZÓN se puso ayer en contacto con Frunet, una de las dos empresas hortofrutícolas responsables de la exportación de los pepinos contaminados. Antonio Lavao, gerente de esta empresa malagueña, indicó que la partida «sospechosa» constaba de «un solo palé de entre 600 y 700 kilos de peso, y que la mercancía salió de España el pasado 12 de mayo». Lavao tiene claro lo que pasó: «Se ha contaminado en Alemania». Al conocer la existencia de la bacteria en sus productos, Frunet envió varias muestras al laboratorio: el resultado dio negativo. A renglón seguido, la compañía interpuso una reclamación al mercado de Hamburgo, lugar donde se comercializaban los pepinos. La investigación ha desvelado que al descargar la mercancía en el mercado de Hamburgo cayó al suelo y se contaminó.
La Comisión Europea alertó de que una de las «fuentes confirmadas» responsables del brote de una bacteria intestinal en Alemania se sitúa en España, y confirmó que la infección afecta en menor medida a Suecia (diez casos), Dinamarca (cuatro), Reino Unido (tres) y Holanda (uno). Varios expertos consultados por LA RAZÓN pidieron prudencia y lanzaron un mensaje de tranquilidad a la población española. José Ignacio Arranz, ex presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, reclamó diligencia en la investigación, que se completen las encuestas epidemiológicas entre los afectados y que se transmita un mensaje de seguridad al consumidor. «Hay que evitar especulaciones, ya que en otras ocasiones se nos ha acusado de ser el foco de otras infecciones y al final se demostró que no eran ciertas», dijo.
Por su parte, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición constató que se trata de un lote de pepinos específico y que no hay ningún caso asociado a este brote en España, por lo que el consumo de esta hortaliza debe seguir siendo el habitual, con las precauciones normales de lavado o pelado de verduras durante su preparación. Mientras tanto, expertos de la Clínica Universitaria de Münster identificaron la cepa de la bacteria intestinal Escherichia coli como la variante Husec 41 y el tipo de secuencia ST678, una mutación poco frecuente, resistente a muchos antibióticos y que ha provocado el brote más violento surgido hasta ahora en el mundo.
La primera víctima, una anciana de 83 años, murió en el estado federado de Baja Sajonia; la segunda, de 89 años, en Schleswig-Holstein, y la tercera, una joven de 24 años, en Bremen; todos los casos en el norte de Alemania. En tanto, el Instituto Robert Koch de Berlín informó de que hay 214 casos registrados de personas afectadas, aunque se sospecha de otros 600 más.
Una toxina resistente, por Ana Isabel Vitas
¿Qué es la Escherichia coli O157:H7?
Es una cepa de la bacteria conocida como E-coli, que provoca problemas gastrointestinales. La mayoría de personas tiene en su sistema digestivo esta bacteria, pero normalmente se trata de cepas que no son peligrosas. Suele estar asociada a la carne, y la mayoría de casos graves se han detectado por consumo de hamburguesas poco hechas en Estados Unidos. Es extraño que haya sido encontrada en un pepino, porque la bacteria está en la corteza y el pepino se suele pelar antes de su consumo.
¿Qué precauciones hay que tomar con las verduras?
Siempre es recomendable lavar bien las verduras con agua clorada si no se van a cocinar. Normalmente, se suelen pasar por debajo del grifo. En este caso, lo que se hace es desplazar las bacterias, no destruirlas. Una de las especificidades de esta bacteria es que necesita una presencia muy pequeña para propagarse, por lo que es recomendable el agua clorada. La E-coli se destruye si se calienta por encima de 70 grados, por lo que si se cocina a fuego medio se destruye. No aguanta el calor, pero sí resiste a los antibióticos.
¿Que grupo de población es el más vulnerable?
Los inmunodeprimidos: personas mayores, enfermas o embarazadas. En circunstancias normales provoca diarrea y se pasa sola. Si no, hay que detectar contra qué tipo de cepa estamos luchando y elegir el medicamento adecuado. Si el caso es grave, puede provocar diarreas sanguinolentas, problemas renales, un estado de coma e incluso la muerte.
Las instituciones españolas llaman a la calma
El secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, pidió ayer prudencia y que no se impute a todo un sector tras la acusación de que pepinos procedentes de España han causado el brote infeccioso de Alemania. Puxeu destacó el «buen» funcionamiento de los controles sanitarios que se practican entre los países miembros de la Unión Europea. En la misma línea protestó la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), quien declaró que «este sector cumple de forma rigurosa los controles de calidad». El secretario general de esta organización, Lorenzo Ramos, ha solicitado al Ejecutivo que pida explicaciones al Gobierno teutón por unas palabras que considera «imprecisas y que ponen en peligro las ventas del sector hortofrutícola español, del que dependen muchas familias en nuestro país».
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