Aranjuez
Imputan 55 robos en trasteros de Aranjuez al joven que fue disparado por su tío policía
Sergio, de 25 años, fue atacado el pasado febrero por su familiar, policía nacional
Sergio ya había sido protagonista de las páginas de sucesos hace unos meses. Su tío, agente de la Policía Nacional, le disparó el pasado 10 de febrero en el domicilio de la abuela de Sergio –y madre de su tío– tras una fuerte discusión. El joven, de 25 años, estuvo ingresado varias semanas en el Hospital del Tajo y e incluso tuvo que ser intervenido quirúrgicamente ya que la herida por arma de fuego en el tórax le provocó un hemoneumotórax, rotura del hígado y del bazo. Estuvo muy grave pero se recuperó. Al parecer, el agente de policía (Eugenio Santos, de 54 años) estaba harto de que su sobrino no «asentara la cabeza» y se dedicara a robar incluso a su propia abuela. Muy desencaminado no iba. Sus compañeros de la Policía Nacional le han detenido ahora como presunto autor de 55 robos cometidos en trasteros de varios edificios de Aranjuez, donde vive el joven.Según informó ayer la Jefatura Superior de la Policía de Madrid, a principios de año, la Comisaría de Aranjuez recibió varias denuncias por robos con fuerza en trasteros de edificios de esa localidad. El Grupo de Policía Judicial se hizo cargo de la investigación y comprobó que, en menos de un mes, había 55 denuncias similares. El «modus operandi» de Sergio T. C. siempre era el mismo: daba una patada a la puerta para acceder al trastero y, una vez dentro, se llevaba todo lo que tenía fácil salida en el mercado: bicicletas, ropa, o bebida y comida envasada, entre otros efectos. Las huellas obtenidas en los trasteros robados llevaron a los investigadores hasta Sergio. Y es que cuando ocurrió el suceso de febrero los agentes realizaron una inspección ocular en el domicilio y encontraron objetos que podían estar relacionados con los robos en los trasteros que estaban siendo denunciados en aquellas fechas. Durante la inspección también fueron recogidas y fotografiadas las zapatillas del herido. Sus dibujos, dimensiones y características peculiares coincidían con las muestras recogidas en los lugares de los robos. Una vez analizadas en el Laboratorio de Trazas de Policía Científica no hubo duda: eran las de Sergio.Además, los policías que investigaban los robos observaron que a partir del 10 de febrero, día en que tuvo lugar la agresión del tío al sobrino, no se produjo ningún otro robo en trasteros en la localidad. Tras su detención, el joven fue puesto a disposición judicial, que decretó su ingreso en prisión.
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