Declaración desafortunada por Iñaki Zaragüeta

Si el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, ya tenía razones para afrontar una reducción del entramado institucional de algunos órganos estatutarios porque así lo reclaman los ciudadanos, las declaraciones del presidente del Consell Valencià de Cultura, Santiago Grisolía, refuerzan las tesis presidenciales. Si no bastaba la crisis económica para acometer esas reformas, las citadas manifestaciones ratifican la falta de concordancia entre las responsabilidades del cargo y la libertad personal.

El premio Príncipe de Asturias tiene todos los derechos individuales y, por tanto, la libertad para expresar sus opiniones. Y lo tiene, precisamente, por el sistema electoral. A la vez, ostenta una representación institucional que le obliga y compromete. Entre las obligaciones del cargo no se incluyen dinamitar la voluntad de los ciudadanos expresada en las urnas. Decapitar al Gobierno democrático y sustituirlo por quien uno quiera, analizado como teoría democrática, no se distancia de su advertencia acerca de la posibilidad de un liderzago dictatorial.

No, profesor, en nuestra sociedad funcionan muchas cosas más de las que tan sabiamente dirige. Considero sus opiniones muy respetables por venir precisamente de una acreditada personalidad, pero necesitamos pocas cosas además de arrimar el hombro.

Sólo una precisión. La condición de genio en alguna especialidad, no garantiza serlo para todo. Messi es el mejor en fútbol. No creo que por eso esté capacitado para regir regir los destinos del mundo. Cada uno a lo suyo. Así es la vida.