Cataluña

Los nacionalistas también plantan la reforma constitucional en el Senado

El Pleno del Senado aprobó ayer la reforma del artículo 135 de la Constitución con 233 votos a favor (PP, PSOE, UPN y dos coaliciones socialistas de Baleares: PSOE-EU-PSM-Verds y Eivissa/Formentera) y 3 en contra (CC y Foro Asturias). Con todavía la resaca del lunes negro y las reivindicaciones nacionalistas a flor de piel, sus Señorías estuvieron revueltas.

&nbsp
&nbsplarazon

Si para los representantes en el Senado de los principales partidos, Pío García Escudero (PP) y Carmela Silva (PSOE), incluir un techo de déficit era la solución para devolver la confianza a los mercados y tener solvencia para garantizar el Estado del bienestar, para los partidos minoritarios la traducción era muy diferente: una ruptura con el consenso constitucional y una limitación a su autonomía financiera. A pesar de que Alemania, y recientemente Italia, también hayan modificado su Constitución para terminar con el déficit presupuestario, las miras de los nacionalistas no salían de sus «fronteras». Miquel Bofill, representante de ERC, directamente instó a Cataluña a «saltarse el muro de la Constitución». Cuando se le pudo entender, porque comenzó su discurso hablando en catalán. Actitud provocadora tras el auto del TSJC que obliga a incluir el castellano como lengua vehicular. Cuando Javier Rojo, presidente de la Cámara, le recordó el reglamento, Bofill animó a los catalanes a «trabajar con inteligencia para entrar en los órganos de decisión europeos». Incidiendo en que Cataluña «tendría superávit» si fuera independiente, calificó de «escándalo» no convocar un referéndum, al igual que Joan Saura, de ICV. Partido que, junto con PNV y CiU, se abstuvo de votar.

Por su parte, José Manuel Pérez Bouza, del BNG, abandonó la Cámara antes de la votación junto a tres miembros de ERC. Jordi Vilajolana, de CiU, dudó de la reforma para terminar con la inestabilidad de los mercados, y Joseba Zubia, del PNV, señaló que «se ataca al autogobierno de Euskadi».