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«Mou» ya no tiene enemigos

En el Bernabéu ya no se discute a Mourinho. La goleada ante el Deportivo y el buen juego desplegado ante los gallegos han servido para acallar críticas y para convencer a los incrédulos de que el Real Madrid, a pesar de estar en construcción, está capacitado para completar una gran temporada y para pelear a un irregular Barcelona todos los títulos.

«Mou» ya no tiene enemigos
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El fútbol se mueve por resultados y por sensaciones. Y las que transmitió el domingo el Real Madrid fueron muy buenas, aunque el estado actual del Deportivo quizá no sirva para hacer una valoración global porque los gallegos ofrecieron poca resistencia y se desvanecieron en cuanto Ronaldo abrió el marcador. Habrá exámenes muchos más complicados para el portugués y su tropa –entre ellos el duelo con el Milan en Liga de Campeones dentro de dos semanas–, pero «Mou» ha dado con la tecla, sabe ya quiénes son los titulares y tiene la base para que el equipo se consolide.

Sus detractores –siempre habrá algún recalcitrante que eche mano de la estadística– dirán que la temporada pasada, con seis partidos disputados, el Real Madrid tenía dos puntos más. Con Pellegrini ganó los cinco primeros encuentros y perdió la sexta jornada en Sevilla. Con Mourinho, de momento, no hay derrotas, pero los empates ante el Mallorca y el Levante le han restado cuatro puntos y de ahí los catorce que tiene. El Barça, ahora un punto por debajo del Madrid, hizo pleno en la campaña pasada.

El técnico perfila el once titular y el que jugó ante el Deportivo es el equipo base. Con Di María, Khedira y Özil, los tres jugadores que más han rotado en estos comienzos de campeonato, como titulares. Y con Benzema, fichaje millonario de Florentino, en el banquillo. El francés no jugó ni un minuto y comprobó cómo el canterano Juan Carlos le ganaba la carrera de la sustitución del argentino Di María.

Lo más positivo del encuentro del domingo fue el alto ritmo que impuso el Madrid desde el minuto uno. El equipo salió muy mentalizado y el gol tempranero de Cristiano Ronaldo le dio un plus de confianza. El balón corrió con celeridad, los desplazamientos se hicieron con mucho criterio, gracias a la excelente dirección de Xabi Alonso, y la velocidad de Cristiano, Di María e Higuaín propició varias ocasiones de gol. Hubo acierto en el remate y como el buen orden ofensivo nunca lo pierde el equipo –pese a algún despiste de Carvalho o Marcelo–, el Real Madrid crece en todos los conceptos.


Cristiano, se acabó la ansiedad
A «CR7» no le pidan que no sea egoísta cuando encara la portería del rival. El portugués siempre ha jugado de la misma manera y en su cabeza tiene metido el gol como primer mandamiento. Ésa es la razón de que a veces opte por la acción equivocada y la jugada se pierda entre la mirada y la desesperación de un compañero. No había encontrado puerta en las primeras jornadas y el domingo se desquitó. No se le vio tan ansioso y lo más natural es que a partir de ahora vuelva a hacer goles como los hizo la campaña pasada. Es su segundo año y ya conoce mejor la Liga.