África

Libia

Los rebeldes levantan un ejército

Los rebeldes del este han comenzado a organizarse militarmente, a medida que la situación amenaza con degenerar hacia una larga guerra contra el coronel Muammar al Gadafi que no cede, ni siquiera bajo la presióninternacional, y parece dispuesto a usar las últimas fuerzas de lasque dispone para recuperar el control del país.

CRISIS HUMANITARIA. Refugiados egipcios esperan en la frontera tunecina de Ras el Jebir
CRISIS HUMANITARIA. Refugiados egipcios esperan en la frontera tunecina de Ras el Jebirlarazon

En la ciudad de Bengasi, se ha creado un comité militar de 15 miembros procedentes de todos los cuerpos de las fuerzas armadas, cuyo objetivo es el de salvaguardar las zonas liberadas del este, aunque probablemente su misión va más allá. El comité se creó de urgencia en la madrugada del lunes al martes y estuvo reunido a puerta cerrada durante varias horas el martes, aunque se desconoce qué decisiones habría tomado. Por su parte, las autoridades revolucionarias han rechazado la posibilidad de una negociación después de que Gadafi lanzara un globo sonda en ese sentido, mientras podría estar preparando una ofensiva armada y no diplomática sobre el este de Libia, que escapó a su control hace ya más de una semana.

Esto parece poco probable ahora mismo, cuando el dictador está ocupado intentando no perder lo poco que le queda del oeste, principalmente las ciudades de Misrata y Zauiya, y estaría concentrado en esa región, donde habría desplegado fuerzas en las zonas fronterizas con Túnez , al tiempo que mantiene su bastión en lacapital, Trípoli. Pero el coronel es imprevisible y todos lo saben, ylo temen. Por ello, en Bengasi militares desertores y civiles voluntarios han empezado a crear un ejército revolucionario, a contrarreloj y con medios limitados, pero con un entusiasmo conmovedor a la vez que utópico. El Ejército regular que retiró su apoyo al régimen, ha abierto sus bases y ha sacado sus viejas y empolvadas armas.

En la base de Yusuf Brahil, los soldados, en servicio y de la reserva, engrasan las armas y las prueban, principalmente las baterías antiaéreas, que se emplearían para repeler un ataque desde el aire contra la región. Mientras, en la base rebautizada como Guibara (nombre árabe que se refiere al Che Guevara) el ejército está empezando a entrenar a los civiles: jóvenes de entre 20 y 30 años, pero también algunos hombres ya en sus 40 y 50, que acuden de forma espontánea sin otra cosa que ofrecer sino su buena voluntad. Su aspecto es precario, muchos con alguna prenda militar y su pañuelo palestino. Ayman, de 22 años, enseña el Corán a los niños y ahora quiere servir a su país: «todavía no he aprendido a manejar un arma», confiesa con expresión tranquila, pero dice no tener miedo. Yahmi, de 54 años, tampoco está asustado, a pesar de que su físico no parece estar preparado para una guerra, él dice estarlo: «Tengo la fuerza para luchar». Ahmad Gibril es el que les está instruyendo en el uso de armas ligeras y en la disciplina militar: «estamos preparados para todo, incluso para inmolarnos», declaró a LA RAZÓN, «pero no vamos a detenernos hasta acabar con el régimen». El coronel, MareiLugaly, uno de los responsables de este nuevo ejército, que actualmente no podría repeler una ofensiva y, menos aún, llevarla acabo, explicó a este periódico que su objetivo principal es protegerBengasi y los alrededores, pero que se están preparando para todo, incluso para intervenir en el resto del país o marchar hacia Trípoli en el caso de que fuera necesario.

En estos momentos, poco podrían hacer los rebeldes del este para repeler un ataque que vendría principalmente por el aire. Las fuerzas aéreas de Gadafi intentaron bombardear el lunes una base militar, con un importante depósito de armas y municiones, en las afueras de Dabidya, la última ciudad liberada de la región, pero los aviones no alcanzaron finalmente el objetivo, sino que descargaron a 18 kilómetros de la base, informa Ethel Bonet desde esa localidad.

El control del espacio aéreo es fundamental en este punto, por ello la comunidad internacional está planteando el establecimiento de una zona de exclusión aérea en Libia para proteger a los civiles. Mientras, la secretaria de Estado EE UU, Hillary Clinton, advirtió de la posibilidad de que Libia se encamine hacia una larga guerra civil. «En los próximos años, Libia puede ser una democracia o perpetuarse en una guerra civil».


Más de 300 muertos en el este de Libia
Más de 300 personas han muerto en las principales ciudades del este de Libia en las últimas dos semanas como consecuencia de los combates entre las Fuerzas de Seguridad y los rebeldes contrarios a Gadafi. Según fuentes médicas, el número de muertos en esta zona de Libia –ahora en manos de los rebeldes–, entre el 15 y el 28 de febrero, oscila entre los 317 y 347. Médicos de tres hospitales de Bengasi precisaron que sólo en esa localidad, la segunda del país, murieron entre 220 y 250 personas y otras 1.932 resultaron heridas. En Al Baida fallecieron 64 personas, en Derna 26, en Ajdabiya cuatro y en Tobruk tres. Asimismo, señaló que en Al Baida se habían registrado 1.240 heridos. Las mismas fuentes remarcaron que aún quedan cadáveres sin identificar. Según los datos, entre las víctimas mortales había dos mujeres y una niña de nueve meses. Los primeros días de represión se llegó a hablar de más de 10.000 muertos.