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En el trono de la ficción

George R. R. Martin desgrana los secretos de «Juego de tronos» cuando se publica «Danza de dragones», el nuevo volumen de la saga que se ha convertido en un best-seller mundial«DANZA DE DRAGONES»George R. R. Martingigamesh 1.152 páginas. 46 euros

En el trono de la ficción
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Parece un capitán mercante o un ballenero del Pequod, pero no, es George R. R. Martin, el novelista. Trae un sobrepeso muy de Santa Fe, muy norteamericano, una gorra de plato marinera y un anillo doradísimo que debe pesar como una maldición. Un aspecto muy alejado de la espigada estilización británica de Tolkien, que también presumía de doble «erre» en el apellido y que le antecedió en un éxito de coordenadas similares. «Juego de tronos» es un culebrón de capa y espada, una serie basada en la saga literaria «Canción de hielo y fuego», que ha vendido 15 millones de copias en todo el mundo (800.000 de ellas sólo en nuestro país). Entre los méritos literarios, aparte de la característica adicción que identifica a los fenómenos incomprensibles de esta clase, se encuentra cierta propensión a matar a los protagonistas con los que se identifica el lector.

Asesino de héroes

«En mis libros nadie está a salvo. Quiero que mis lectores sientan ese miedo, esa angustia de la vida real. Los héroes suelen encontrarse en problemas, pero suelen salir airosos siempre. Aquí no se sabe. Me gusta obtener de los seguidores esta respuesta emocional», comenta el autor en un salón del Ritz con ese ronco acento de blues que mastica al hablar.

 Durante diez años, los que van de 1985 a 1995, se dedicó a trabajar en series televisivas y cine como guionista, y aprendió diversas técnicas, trucos y tácticas, como las rupturas dramáticas, que ha empleado después en el ciclo que le ha dado renombre internacional. «Aunque nadie mata a sus héroes», se jacta. El creador de «Juego de tronos» reconoce, sin ruborizarse y para asombro de otros colegas de profesión, que «todavía me quedan 3.000 páginas por escribir». Lo que se niega a desvelar es el final que les aguarda a los personajes de sus libros. Un secreto que esconde detrás de una diplomática sonrisa. «Sé quién va a sobrevivir y quién no. También cuándo y cómo. Lo que no tengo claro es qué ocurrirá con los secundarios, que son muchos... Todo ello siempre que no tenga una idea mejor que me haga cambiar al final».

-Toda obra es una metáfora...
-En mi obra abordo temas universales como la justicia, el poder, la responsabilidad de los gobernantes y de los que son gobernados, aunque no pretendo hacer paralelismos con la época que vivimos. Me gusta observar lo que sucede a mi alrededor, en la vida. Cuando eres profesor en un departamento de Inglés te das cuenta de las luchas humanas internas, y de que el sexo y el poder continúan siendo dos motores de deseo para los hombres.
-El lema de la serie es «El invierno está llegando». Si es así, Europa está congelada, ¿no?
-(Risas) El invierno está llegando para todos. Todas las civilizaciones, como todos los hombres. El dilema reside en qué hacer ante eso: ¿prepararse?, ¿o entregarse al carpe diem y disfrutar? Hay diferentes formas de abordar ese momento.
La tercera temporada de la serie (la segunda se ha emitido en Canal + y ahora puede verse desde el principio en Antena 3), se estrenará en marzo del año que viene en Estados Unidos. En estos momentos se está rodando en diferentes escenarios. Pero George R. R. Martin no visitará los «sets». El tiempo apremia, como en las estaciones de sus libros, y necesita recluirse en su casa para terminar antes de que le alcancen los aplicados guionistas de la serie.
-Una característica de su obra es el constante cambio de puntos de vista que introduce en la narración.
[George R. R. Martin, que ha admitido que la influencia de la tragedia clásica («el enfrentamiento de Héctor y Aquiles es uno de los grandes momentos de la literatura universal: ¿cuál es el villano y cuál el héroe?») y los diferentes episodios trágicos que ha dejado la Historia, sonríe y adelanta una mano antes de responder].

-He querido escribir una gran historia épica y trágica, con castillos y batallas. Algo que comenzara con un conflicto pequeño pero que fuera creciendo hasta afectar al mundo. Si yo quisiera contar la Segunda Guerra Mundial, ¿qué punto de vista tomaría? ¿El de Churchill? ¿Roosevelt? ¿Hitler? Siempre es necesario conocer todos los aspectos para saber qué sucedió.

La lucha por el trono
En «Juego de tronos» los puntos de vista son tantos como las familias que se enfrentan para colocar a su aspirante a rey en el trono de hierro (abajo podemos ver al propio George R. R. Martin en una reproducción del que aparece en la serie) y, así, asentar su clan en Desembarco del Rey, desde donde se gobernarán los Siete Reinos, que conforman un mundo fantástico que recuerda a la Europa medieval: son los Stark, los Baratheon, los Lannister y los Targaryen las familias por momentos aliados y por momentos enemigos sobre los que descansa una trama alejada de los tópicos que cabrían suponer en una trama palaciega: el autor coloca al lector ante conflictos éticos de forma constante. Los personajes, con una caracterización muy desarrollada, tampoco ayudan a definir una postura. Las diferencias entre los miembros de una misma familia son notables, y aquellos que en un libro aceptamos como «buenos» en el siguiente pueden ser considerados unos malvados.

Por si las luchas internas en los propios clanes y aquellas que enfrentan unos a otros no fueran suficientes, George R. R. Martin introduce otro elemento de ficción, una espada de Damocles, que es la amenaza de unos seres fantásticos denominados Caminantes Blancos, supuestamente extinguidos pero que pronto supondrán un nuevo y externo peligro a la guerra que mantienen estos humanos. En un mundo, el continente de Poniente, en el que las estaciones duran décadas, el verano llega a su fin y los más veteranos advierten de la dureza del invierno con la ya mítica frase «El invierno está llegando». Con él, también estos seres que vienen desde más allá del Muro, una fortaleza protegida por la Guardia de la Noche, cuyos miembros consagran su vida a proteger a los Siete Reinos. Épica, fantasía, tragedia y erotismo combinados en un relato que cuenta con todos los ingredientes del éxito.

 

Contra la maldición de la tercera temporada
No es la primera vez que la prestigiosa cadena de pago de televisión HBO se embarca en una super producción. Sin embargo, sí parece que «Juego de tronos» va a ser de las pocas que van a terminar. Primero fue «Deadwood», una serie ambientada en el Oeste americano de una factura impecable pero que la cadena se vio obligada a suspender debido a los altos costes de producción tras dos temporadas. No llegó a tanto «Roma», coproducida por la cadena junto a la BBC y la RAI. Una vez más, la elevada inversión que suponía esta serie de carácter histórico no permitió a sus productores llegar a una tercera temporada. Si bien ambas suspensiones parecieron en su momento inevitables, los responsables de HBO aseguran que una de las decisiones de las que más se arrepienten es de no haber terminado «Deadwood».
 

Saga para largo
«Danza de dragones», que en España vio la luz el pasado 22 de junio, es el quinto tomo de esta colección que, en total, constará de siete títulos –los dos últimos aún inconclusos–, y tres novelas que actúan como precuelas, informa Ep. «Inicialmente "Festín de cuervos"y "Danza de dragones"iba a ser un único libro, pero después me di cuenta de que tenía tanto que explicar que los dividí en dos», explica R.R. Martin. Por eso, el cuarto libro («Festín de cuervos») y el quinto («Danza de dragones») suceden en un tiempo cronológico simultáneo, pero en diferente espacio geográfico; de ahí que algunos seguidores decidan ir alternando ambas novelas: «No he establecido ningún orden de lectura», añade.