«Reality» el formato sin fin

En el caso del concurso de cantantes, desde Telecinco han asegurado que necesita una fuerte renovación. El «reality» de bailarines ha visto cómo su estrella se iba apagando poco a poco tras ir encadenando edición tras edición. Sin embargo, «Gran hermano», tras casi cinco meses de emisión, llegó a su fin con unos datos más que satisfactorios para Telecinco. Y eso pese a que su canal GH 24 vio como su audiencia ha bajado casi a la mitad en su segundo mes de emisión (del 0,9% de enero al 0,5% en febrero), algo natural por la menor actividad de los concursantes.

Casi sin dejarnos olvidar los rifirrafes entre los concursantes, la cadena de Fuencarral ha hecho todo un homenaje al formato y estrenó el jueves el «reality» que supone una vuelta de tuerca al género: «El reencuentro». En él varias parejas de concursantes de algunos de los programas de telerrealidad de la casa se reúnen para «lamer» viejas heridas. Y parece que al público le sigue interesando porque en su estreno el espacio se alzó con un 16,5% de cuota de pantalla y 2.331.000 espectadores. Entonces, ¿están en declive los «realities» en España?

Deformar el género
Para Mariano González, director de Comunicación de la Agrupación de Telespectadores y Radioyentes (ATR), «la recuperación de este formato depende más de la calidad del producto que del género en sí, y ambos, de los profesionales, no de los aficionados a ganar dinero». La multitud de experimentos surgidos al calor del éxito de los «realities» pioneros, véase «Las joyas de la corona», «Generación ni-ni», «El bus», «La granja de los famosos» o «I love Escasi», entre otros, ha conseguido «deformar el género», afirma González, que asegura que «llega un momento que el espectador más fiel ya no se sacia con cualquier emoción, cada vez necesita dosis más altas para satisfacer su afición a lo morboso». Muchos han sido los factores que aficionados al programa y profesionales del sector han barajado para explicar el fracaso de esta edición de «OT», pero para González uno de los fundamentales es que «Telecinco abusa de estos programas» y siguen creándose «‘‘realities"cada vez menos reales que son el resultado de una lucha a brazo partido entre las productoras», sentencia el portavoz de la ATR, que aunque cree que los guionistas, creativos y productores están obligados a «aguzar el ingenio», también destaca que «uno de los retos de este formato es dar una pincelada que genere algún grado de reflexión».

Líderes en internet
Sin embargo, desde Telecinco, la cadena que más apuesta por este género, un portavoz asegura que «es un formato vigente y tanto "Gran Hermano"como "Supervivientes", que se estrena próximamente, registran un amplio seguimiento en internet, incluso en canales ajenos a la cadena». El tráfico en la web de Telecinco aumenta de manera muy significativa cuando hay «realities» en la parrilla. La misma fuente señala que el público «no ha perdido interés por el género, quizás ha bajado hacia determinados formatos».

Telecinco celebra con «El reencuentro» el décimo aniversario del estreno de «Gran hermano» y da fe de ser la única cadena a la que le funciona el formato. Cuatro lo está intentando con «Hijos de papá» o «Billete a Brasil», mientras que Antena 3 tiene ya en la recámara la segunda edición de «Curso del 63».

Entre lo real y lo sobreactuado
Algunos tienen el peligro de convertirse en una serie de vivencias sobreactuadas que componen un retrato costumbrista algo exagerado, como es el caso de «Princesas de barrio» en La Sexta, pero lo cierto es que los «docurealities» se han convertido en el contrapunto de sus hermanos mayores. Se definen como un formato que da un paso más allá del documental para acercar al espectador la realidad de manera más directa, con una espontaneidad y naturalidad que no siempre se consiguen. «Vidas anónimas» y «Mujeres ricas» en La Sexta, y «Casadas con Hollywood» o «Granjero busca esposa» en Cuatro han sido algunas de las propuestas que han contado con el beneplácito del público. Con el lema «realidad», La Sexta 2 ha estrenado una programación plagada de estas opciones: «Este es mi barrio», «Bares, qué lugares», «Hoteles con encanto», «Piso compartido» o «Mundo oficina» son algunos de los ejemplos de este aluvión de «docurealities» que hacen que la realidad supere la ficción.