Sean felices

Congratula saber que hay estudios que confirman lo que una siempre pensó respecto a la riqueza, sobre todo dados los problemas económicos que asaltan por doquier y el abrumador número de pobres en todo el planeta.

Y es que la riqueza no es garantía de felicidad. Un nuevo informe del que se ha hecho eco LA RAZÓN revela que los españoles somos más felices ahora que antes de la crisis. Quizá porque las dificultades ayudan a ser más conscientes de lo que realmente importa en la vida. Pero choca descubrir que en Italia y en España, sólo el 13% y el 11% de los ciudadanos, respectivamente, aseguran ser «muy felices».

¿Cómo es posible que estemos entre los menos felices? Aunque sólo sea por los factores externos que nos benefician, como un clima y una gastronomía únicos y envidiables, cuesta creerlo. Como también puede llegar a sorprender que los países en los que residen las personas más felices sean México o la India, dadas las noticias de violencia y extrema pobreza que nos llegan de allí.

El caso es que la mayoría de los europeos son más pesimistas que la media mundial, lo que puede ser debido a que quizá no valoremos que la garantía de felicidad y de salir de esta crisis que tanto preocupa (luego limita) no es sólo el milagro financiero, sino, como propone este periódico: sacrificio, unidad y optimismo.