Lituania
Un oro sin sombras
A mediodía de ayer en la sede de la Federación Española de Baloncesto se vivía una jornada normal de trabajo. Informes sobre jugadores, preparación de una nueva jornada de las competiciones que gestiona la FEB, reuniones sobre la Fundación, análisis de acuerdos o colaboraciones con otras Federaciones...
Madrid- Y en medio de todo eso llegó una información publicada por un diario lituano, el «Lietuvos Rytas», que salpicaba a la vigente campeona de Europa: «Hay dos casos anómalos de testosterona en los 76 test antidopaje realizados en el pasado Eurobasket: uno es de un jugador de la Selección española –que lleva años tratándose de esa producción extrordinaria, con la consiguiente vigilancia médica– y el otro es de un macedonio».
La presunta noticia apenas alteró el plan de trabajo en la sede federativa. Hubo caras de sorpresa, pero poco más. «Seguimos trabajando con normalidad», aseguran desde la FEB. Hubo llamada de inmediato a FIBA Europa, a los organizadores del Eurobasket en el que España ganó su segundo oro continental. «Estamos absolutamente tranquilos. En FIBA Europa no saben nada de unos análisis con resultados anómalos», aseguró el presidente de la FEB, José Luis Sáez, «absolutamente tranquilo». «No hay nada de nada, yo estaba en ese momento en la Federación y la tranquilidad ha sido total», comentó Juan Antonio Orenga, segundo entrenador del equipo nacional.
Según afirmó la responsable de la agencia antidopaje de Lituania, Eve Stanikuniene, quien se alegraba de que los jugadores no fueran paisanos suyos, «los análisis se refieren a un resultado atípico en los niveles de testosterona. Es distinto a un positivo por dopaje». De los nombres de los presuntos infractores, el macedonio y el español, ni rastro. «Les remitimos el informe a FIBA Europa al acabar el Europeo y dependen de ellos las siguientes pruebas para dictaminar la causa de este resultado anómalo en los niveles de testosterona. Han de constatar si la causa es orgánica –la produce el propio organismo– o sintética –procede de una sustancia externa, con lo que sería dopaje–», según Stanikuniene.
Los «niveles anómalos de testosterona» pueden deberse a que el cuerpo produzca más cantidad de la habitual; el deportista está tomando un medicamento o sufre algún tipo de tumor. En la Federación Española no se lo terminaban de creer. El presidente descolgó el teléfono. Al otro lado de la línea estaba el alemán Patrick Baumann, el secretario general de la FIBA, con el que guarda una estrecha relación. «Me comenta que no tiene ningún conocimiento de anomalías en control ‘‘antidoping'' en Lituania», publicó Sáez de inmediato en su cuenta oficial de Twitter.
La respuesta de la FIBA no se hizo esperar. A primera hora de la tarde lo desmentía todo de forma tajante: «Rechazamos las especulaciones de los medios en las que se afirma que dos jugadores que participaron en el pasado Eurobasket de Lituania dieran positivo en un control antidopaje. FIBA Europa hace hincapié en que esas informaciones carecen de fundamento». Y lanzaba una crítica sin paliativos a la agencia antidopaje de Lituania: «Si hubiera habido algún positivo, la FIBA habría sido la primera en ser informada. El pasado Eurobasket ha sido uno de los eventos de baloncesto más limpios de la historia». El oro de Lituania está limpio.
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