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Eco: «Soy optimista sobre el futuro del libro no del hombre»

Umberto Eco, uno de los pensadores de mayor prestigio internacional, confiesa "una notable tristeza"al comprobar que la oposición de los intelectuales al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, choca contra "un núcleo duro del electorado que es insensible a ciertos problemas".

Umberto Eco en Madrid
Umberto Eco en Madridlarazon

El escritor y catedrático piamontés advierte en una entrevista con Efe del riesgo de contagio "del populismo de Berlusconi", en un momento en el que los países occidentales "se están aproximando a una grave crisis de la democracia representativa". Eco explica que es "la presencia de varios poderes que se controlan los unos a los otros"la que asegura el correcto funcionamiento de la democracia.

"Cuando ocurren casos como el italiano, en el que la mayoría de los poderes está en manos de una sola persona (el magnate y líder conservador Silvio Berlusconi) llegamos a situaciones peligrosas que podrían darse en otros países", añade. Umberto Eco (Alessandria, 1932) ha viajado esta semana a Madrid para presentar "El cementerio de Praga"(Lumen), una novela que protagoniza el capitán Simonini, un falsificador que vive en el París de finales del siglo XIX y que vende al mejor postor sus habilidades difamatorias y su capacidad para construir intrigas y complots.

"Simonini está aún entre nosotros. Piense en las revelaciones de Wikileaks, en los documentos falsos sobre las armas de destrucción masiva en Irak, que han servido para crear una guerra sobre la base de falsificaciones", afirma el autor.

La entrevista se celebró el pasado martes, día en el que Berlusconi superó en el Parlamento italiano las mociones de censura contra su Gobierno y en las calles del centro de Roma se registraban graves enfrentamientos entre manifestantes y policías.

"Es equivocado decir que la mayoría de los italianos apoya a Berlusconi, porque al final tuvo un 30 por ciento de votos; lo que sucede es que, a causa de una ley electoral bastante particular, tiene la mayoría absoluta en el Parlamento", destaca Eco. En su opinión, "enfermedades sociales"como la que sufre Italia en la actualidad "no tienen un cura inmediata"y recuerda que "el apoyo"que los italianos dieron en su día al fascismo tuvo una "cura"traumática: "una guerra mundial con varios millones de muertos".

Eco -Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2000- asegura que en Italia existe "una visión muy optimista de España"que no ha cambiado tras la crisis económica. "Hay un montón de cosas que funcionan bien aquí, así que miramos a España con interés y un poco de irritación, pensando 'cómo es posible que el hermano pequeño se haya convertido en el hermano mayor'", afirma.

"El cementerio de Praga", que encabeza ya las listas de libros más vendidos de varios países, se ha publicado treinta años después de "El nombre de la rosa", el debut como novelista de Eco y uno de los mayores fenómenos literarios de las últimas décadas.

"Con 'El nombre de la rosa' empecé a vivir una vida de narrador -recuerda-, que es muy interesante si se escriben pocas novelas, como he hecho yo (una cada seis años), porque vives durante años en un reino privado maravilloso, en el que estás pensando en tu historia y nadie sabe qué estás haciendo".

Después de treinta años de éxito editorial, el escritor italiano sigue considerando "un misterio"los motivos por los que una novela se convierte en un "best seller". "Siempre he creído que si 'El nombre de la rosa' se hubiera publicado diez años antes o diez años después nadie le habría hecho caso", señala.

Eco ha combinado en estos años la publicación de novelas y ensayos con sus colaboraciones en la prensa escrita. Respecto al futuro del libro tradicional no tiene dudas: seguirá existiendo pese a la aparición del libro electrónico. "Soy optimista sobre el futuro de los libros; sobre el futuro de los hombres, no", bromea en la entrevista.

Respecto a la prensa escrita considera que "está afrontando una crisis de identidad y de legitimación en todo el mundo". "Pero -precisa- no creo que la gente acabe leyendo noticias solo en internet, porque, como decía Hegel, la lectura diaria de la prensa es la plegaria del hombre moderno". "Y los periódicos son indispensables para poder tomar un buen café por las mañanas", añade.