Conferencia política del PP

El PSOE quiere un debate sobre el uso del burka y otras prendas discriminatorias

El PSOE considera que en la próxima legislatura hay que abordar un debate sobre el uso de prendas "discriminatorias"para la mujer, como el burka, según consta en las resoluciones aprobadas este domingo por la Conferencia Política y que serán incorporadas al programa electoral del candidato Alfredo Pérez Rubalcaba.

Las resoluciones de la Comisión de Igualdad también proponen que se aborde "con seriedad y no con demagogia"la cuestión de la inmigración. Así, consideran que no es aceptable que todos los análisis coincidan en que la Unión Europea necesitará varias decenas de millones de inmigrantes en las próximas dos décadas y que, al mismo tiempo proliferen los partidos de derechas que hacen del rechazo al inmigrante "su único programa".

De acuerdo a lo aprobado este domingo por el plenario de la Conferencia Política, los socialistas creen que hace falta una estrategia decidida para combatir la "lacra social"de la prostitución. Quieren que la misma incluya "tolerancia cero"hacia la promoción de ésta y de los negocios en torno al tráfico de personas para su explotación sexual.

Además, el PSOE plantea que el Estado permanezca todo el tiempo que sea necesario en las cajas de ahorro intervenidas y propone una participación activa y organizada de los clientes para defender sus intereses.

El documento marco del PSOE, base del programa electoral, plantea que, si en el proceso de reestructuración del sistema financiero, el Estado entra en el capital de alguna entidad financiera, hará una buena gestión del dinero público, sin descartar su permanencia prudencial "todo el tiempo que sea necesario"y "favoreciendo la concesión de crédito a pequeñas y medianas empresas, autónomos y a emprendedores de sectores emergentes y con futuro".

Además, recuerda que han existido "excesos"que requieren reforzar los controles al funcionamiento y la gestión de las entidades financieras así como el establecimiento de sanciones a sus gestores cuando se demuestre mala praxis bancaria.

Pero también consideran necesaria una participación activa y organizada de los clientes, de los que dice que hasta ahora han sido "sujeto pasivo, al carecer de organizaciones representativas potentes, capaces de defender sus intereses".