La CES reclama «contundencia» en el apoyo al sector aeronáutico

SEVILLA- El presidente de la Confederación Empresarial Sevillana (CES), Miguel Rus, realiza un llamamiento al conjunto de las instituciones y poderes políticos y económicos para que respalden de forma «contundente» a la industria aeronáutica sevillana. Miguel Rus avisa de que las «dudas» que rodean al grupo «Alestis Aerospace», contratista de la multinacional aeronáutica «Airbus», pueden ocasionar que la carga de trabajo de la que goza el polo aeronáutico sevillano sea trasladada a otros lugares.
Sevilla alberga uno de los más importantes polos de producción aeronáutica de España, con la línea de ensamblaje del avión europeo de transporte militar A400M como punta de lanza. En ese sentido, el jefe de la patronal sevillana avisado del «gravísimo riesgo» que sufren las industrias auxiliares del sector aeronáutico sevillano como consecuencia de las dificultades financieras del grupo «Alestis Aerospace» participado por el grupo vasco Alcor, la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA), las cajas de ahorro, el Banco Europeo de Finanzas (BEF) e incluso por la multinacional aeronáutica «Airbus», que de hecho es su principal cliente.
«Alestis Aerospace», como es sabido, está inmersa en un concurso voluntario de acreedores a cuenta de las dificultades financieras sufridas para afrontar las inversiones y libramientos correspondientes a los encargos del programa del avión comercial de «Airbus» A350. Miguel Rus defiende que el problema de «Alestis» es «financiero», pero «no de viabilidad», alertando al tiempo de que la situación de este contratista de «Airbus» está afectando además al conjunto de empresas auxiliares que trabajan para «Alestis». «No podemos permitir que una fractura financiera transitoria ponga en peligro más de la mitad de la carga de trabajo del sector aeronáutico, prioritario para el empleo, la innovación y el desarrollo de Sevilla», afirma el presidente de la CES, reclamando de las instituciones una reacción. En los próximos meses está en juego el futuro de cientos de puestos de trabajo que parecían garantizados.